A la hora de lanzar un auto, el nombre juega un rol clave. En parte porque es la palabra que todos van a usar para referirse al modelo, y en parte porque es donde reside el mensaje que la empresa busca comunicar. Que si es pegadizo o difícil, barato o elegante, aburrido o cool, anticuado o contemporáneo, que si vende o desmotiva, las opciones pasan un largo proceso de idas y vueltas y filtros y varias instancias de evaluación, discusión y votación.
Por todas estas cosas es poco común, aunque no imposible, que una vez definido, la decisión final cambie. La excepción a la regla la protagonizó hace algunas horas Alfa Romeo cuando, a menos de una semana del lanzamiento de su nuevo SUV 100% eléctrico, el Milano, anunció que el modelo pasaría a llamarse Junior.
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Los motivos no son aleatorios: tienen que ver con la procedencia del vehículo y la política actuó de por medio. Adolfo Urso, ministro de Industria de Italia, sede de la casa matriz de Alfa Romeo, argumentó que las leyes italianas prohiben que un producto producido en el exterior (el ahora ex Milano se fabrica en Polonia) porte un nombre de características propiamente nacionales.
Aunque la norma está orientada a defender, principalmente, a los productos agroalimentarios, técnicamente podría aplicarse también a la industria automovilística. “Un auto llamado Milano no puede estar producido en Polonia”, concluyó la semana pasada el ministro. Milano refiere a Milán, la capital de la región de la Lombardía que es también la capital mundial de la moda.
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Hay quienes dicen que el pedido de Urso podría ser una maniobra estratégica del Ministerio de Industria para aumentar la producción de vehículos en el país.
Actualmente Stellantis, a quien pertenece la marca Alfa Romeo, es el mayor productor de vehículos en Italia y, sin embargo, no cubre las necesidades del mercado. Mientras que en Italia se producen 450.000 autos, de los cuales dos tercios son para exportación, las matriculaciones suben a los 1,4 millones.
La respuesta de Alfa Romeo fue ambivalente. En un comunicado de prensa la firma aseguró que el Milano cumple con todos los requisitos legales para llamarse así pero que, con el fin de evitar conflictos y favorecer la armonía entre la marca y el gobierno, se optó cambiar el nombre, incluso estando a menos de una semana del lanzamiento oficial en el mercado.
“El nombre “Milano”, uno de los favoritos del público, fue elegido para rendir homenaje a la ciudad donde comenzó nuestra historia en 1910. No es la primera vez que pedimos la opinión del público a la hora de elegir el nombre de un auto”, expresaron en la publicación. “A pesar de que creemos que cumple con todos los requisitos legales y que hay cuestiones mucho más importantes que el nombre de un auto nuevo, decidimos cambiarlo con el espíritu de promover el entendimiento mutuo”.
El nuevo nombre para el compacto, Junior, no es completamente nuevo para Alfa Romeo: el 26 de septiembre de 1966 se presentó al GT 1300 Junior en el circuito de Balocco, un modelo que se transformaría en el líder de una nueva generación Alfa Romeo.
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El Alfa Romeo Milano, ahora Junior, es uno de los modelos más esperados en el sector para el 2024, puesto que es el debut de la firma en el rubro de los eléctricos y de los SUV chicos (segmento B).
La marca describió a su próximo integrante como la herramienta para “conquistar a una nueva generación” a través de su nuevo lenguaje de diseño. El Junior se ubicará en el mismo segmento donde la automotriz supo competir con su famoso y celebrado Mito años atrás, tendrá versiones nafteras, híbridas y una 100% eléctrica, la primera que lanza la casa italiana.
Desarrollado sobre la misma plataforma del Grupo Stellantis del Peugeot 2008, comparte componentes con modelos del grupo como el Fiat 600, el Jeep Avenger y el DS3. Mide 4,17 metros de largo, 1,78 de ancho y 1,50 de alto y cuenta con un baúl de 400 litros.
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Hay dos variantes de la parrilla, una con rejilla y el nombre de la marca escrito en estilo retro, y otra negra con la forma de la serpiente y la cruz del logo. La trompa presenta, además, ópticas full Led en forma de C que rompen con la imagen que venían mostrando los últimos diseños de la automotriz, como el SUV Stelvio y el sedán Giulia.
En la parte trasera, un punto que llamó la atención del nuevo modelo es la cola truncada, un homenaje a la Giulia TZ. En la presentación, la marca señaló según medios europeos que “los estilistas de Alfa Romeo han modelado esta piel con cuidado artesanal en las partes mecánicas, despegándose por completo de los conceptos de fría racionalidad en boga en la clase, para dar vida a un diseño sinuoso y emocionante que llama la atención a primera vista”.
En términos de motorización, la versión híbrida monta un 1.2 turbo de tres cilindros y dos motores eléctricos, que alcanzan los 136 caballos. La versión eléctrica está disponible en dos versiones de potencia, de 156 y 240 CV, impulsada por una batería de 54 kW que brinda una autonomía de hasta 410 kilómetros.
En estaciones de carga rápida, la batería del Junior puede reponerse del 10 al 80% en menos de 30 minutos, según indicó la automotriz en el lanzamiento.
