Corren nuevos tiempos en la NBA, sobre todo en lo referente a los arbitrajes y los criterios a la hora de señalar faltas personales. A raíz del último All-Star, más lamentable que nunca, ahora vale todo. No se pita.
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Así, el reciente encuentro entre Milwaukee y Boston dejó una de las estadísticas más sorprendentes de toda la historia del baloncesto profesional.
Con solo dos tiros libres lanzados, se convirtió en el partido con menos intentos desde la línea de personal jamás visto en la NBA. Los Celtics pasan también a la historia como el primer equipo en acabar un encuentro completo sin lanzar ni una sola vez desde el 4,60.
Los árbitros han endurecido el criterio de lo que se considera o no falta personal, y se permiten defensas más agresivas, lo cual ha reducido notablemente los datos de anotación.
En el Bucks-Celtics sólo se pitaron 12 personales entre los dos equipos, y el después lesionado Giannis Antetokounmpo fue el único jugador que lanzó dos tiros libres.
Hubo acciones en las que los árbitros decidieron ‘tragarse’ el silbato y dejar jugar para desesperación de hombres como Jayson Tatum o Damian Lillard, quienes protestaron en varias ocasiones ante la dureza de las defensas recibidas sin que se pitase nada.
«Quizás los colegiados solo nos están preparando para los play-offs, donde van a pasar por alto muchas cosas», señaló tras el encuentro el propio Tatum.
