Un grupo de nueves senadores de diferentes fuerzas y orígenes políticos se convirtieron en el facto clave que terminó por redondear los 42 votos con los que el Senado rechazó esta noche el decreto de necesidad y urgencia 70/23 y le asestó un nuevo fracaso legislativo y un duro golpe político al gobierno de Javier Milei.

La lista la encabeza Martín Lousteau. Desde el momento en que, en el inicio de la sesión, votó en contra de la propuesta del oficialismo para postergar el tratamiento del DNU, el presidente del Comité Nacional de la UCR se convirtió en blanco de las críticas en la Red Social X, muchas de las cuales fueron replicadas por el jefe del Estado, siempre afecto a avalar los cuestionamientos a sus opositores mediante el uso de esa herramienta de las sociales.

Lousteau siempre fue crítico de las propuestas económicas y de la praxis política de Milei, pero mantuvo en sordina su rechazo al libertario durante las primeras semanas de la nueva administración que ocupa la Casa Rosada. Sin embargo, ese silencio se terminó hace un mes atrás, cuando desde la conducción del partido comenzó a emitir comunicados con duros cuestionamientos al Gobierno en respuesta a los ataques del Presidente al Congreso con motivo del fracaso de la ley ómnibus en Diputados.

Por su parte, Pablo Blanco (Tierra del Fuego) fue, por su parte, el otro miembro del bloque radical que votó en contra del decreto. El fueguino no está alineado con ninguno de los grupos en que se divide hoy el radicalismo, aún cuando muchos insisten en ubicarlo detrás de Lousteau.

“Blanco sólo responde a Blanco”, dicen quienes lo conocen, aunque no como un elogio sino como una forma de señalar que nunca se sabe en qué dirección jugará. Antes de la sesión, cuando el bloque radical había decidido aceptar un aplazamiento del debate si lo proponía el oficialismo, había aceptado seguir a la mayoría de sus correligionarios. Fracasada la postergación, el senador patagónico decidió cumplir con lo que ya había adelantado de manera pública y votó en contra.

También radical, aunque no integrada al bloque, es Edith Terenzi. Ingresó hace dos años al Senado en la misma boleta junto a Ignacio Torres (Pro), con quien fundó un bloque denominado Chubut, que se integró al interbloque de Juntos con el Cambio pero manteniendo un perfil apuntado más a las necesidades de la provincia patagónica.

Ese alineamiento con Torres se mantuvo con la llegada del legislador a la gobernación de la provincia. Tanto es así que su voto negativo se explica en el enfrentamiento del mandatario provincial con Milei a raíz de la decisión del Gobierno nacional de descontarle de los fondos de la coparticipación la cuota de una deuda contraída con la Nación por su antecesor, el peronista massista Mariano Arcioni.

Ese enfrentamiento puso en tensión a todas las provincias patagónicas con la Casa Rosada y explica también otros tres votos en contra del DNU.

Uno es el de la rionegrina Mónica Silva, que responde al gobernador Alberto Weretilneck. El mandatario aceptó sentarse a la mesa de negociación en busca de un acuerdo fiscal entre las provincias y la Nación al que convocó Milei el 1 de marzo ante la Asamblea Legislativa, pero desde la pelea con Torres no ha cejado en sus cuestionamientos a la política económica y sus efectos en el interior del país y, en particular, en la zona patagónica.

Los otros dos corresponden a los senadores José María Carambia y Natalia Gadano. Si bien no tienen un alineamiento automático con el gobernador Claudio Vidal, en este caso coincidieron en su rechazo a la decisión del Poder Ejecutivo de cortar el financiamiento chino a las represas sobre el Río Santa Cruz y de privatizar Yacimiento Carboníferos Río Turbio (YCRT).

También de la Patagonia es Lucila Crexell. Representante de Neuquén, cumple su segundo mandato como senadora. Consiguió su reelección en las listas de Juntos por el Cambio, pero siempre mantuvo fuertes cortocircuitos con el radicalismo. Corre por su venas el linaje Sapag, familia fundadora del Movimiento Popular Neuquino, ya que es hija de la fallecida exsenadora y exintendenta de San Martín de los Andes, Luz Sapag.

Con la disolución de la alianza opositora, se unió al bloque Cambio Federal que preside Juan Carlos Romero hasta que, a principios de año, selló una alianza con el gobernador de su provincia, Rolando Figueroa, con quien la une su enfrentamiento con la cúpula del MPN, fuerza que ambos abandonaron en protesta porque les cerraban la puerta a la competencia interna.

Por último, quedan dos los peronistas disidentes Carlos Espínola (Corrientes) y Edgardo Kueider (Entre Ríos). Sin gobernadores a quien responder, los dos formaron parte del grupo de cuatro senadores que, en febrero del año pasado, abandonaron el bloque kirchnerista del Frente de Todos en disidencia con su conducción.

Ambos legisladores fundaron la bancada Unidad Federal que, tras el recambio de la Cámara de diciembre, quedó reducida de cinco a tres integrantes. La lista del bloque la completa la cordobesa Alejandra Vigo, esposa del exgobernador Juan Schiaretti que esta noche tomó el camino de la abstención a la hora de la votación.

 

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