El Atlètic Barceloneta goleó al CN Barcelona (16–8) para sellar el pase a la final de la Copa del Rey, competición que ha ganado en 19 ocasiones y que este domingo intentará revalidar en Palma de Mallorca.
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Felipe Perrone, en su primera aparición en la Copa del Rey, aprovechó la primera superioridad el cuadro marinero para poner al Rey de Copas por delante en el marcador y estableció una ventaja que los de Andrei Iosep no conseguirían revertir en ningún momento.
Los de Elvis Fatovic sacaron provecho de los duelos en las áreas ante un rival más errático y desorganizado en la presión. Así, insistieron sobre la portería de un Miquel Linares que, aunque salvó a su equipo de un mal mayor, no pudo evitar una ventaja de 4-0 a los seis minutos de juego.
Un penalti del cenebista Marc Valls recortó distancias a los penaltis de Bernat Sanahuja y Unai Biel, al zarpazo de Roger Tahull, y a otro gol de Unai, pero Pol Goma falló la pena máxima para el Barcelona y el primer parcial se zanjó con una ventaja de 5-1.
Los de la Nova Escullera sufrieron en los ataques con un hombre de más del todopoderso Barceloneta, y se vieron superados en los enfrentamientos individuales ante un rival cuya calidad individual cayó por su propio peso.
Sanahuja, junto con Martin Famera, fueron los máximos goleadores de los marineros con 3 tantos, en el segundo parcial, el primero empujó a su equipo a irse al descanso con otra ventaja, esta vez de un gol (3-2 para situar un claro 8-3 en el resultado global).
Para el Barcelona, los goles de Pol Gomà y Pol Prat en el segundo parcial, fueron insuficientes ante el combinado de Fatovic, que jugó con doble boya parte del tercer parcial para hacer la brecha aún mayor.
Si bien Lluc Bertran consiguió sacudir la red rival y poner el cuarto, la diferencia de goles, ya insalvable, fue agrandándose gracias a la efectividad en las contras, marca personal de Perrone, y la agilidad en las superioridades.
Unai Aguirre impidió que el combinado cenebista creyera en la remontada, aunque no pudo parar el mísil de Prat, el mejor del choque para el Barcelona con tres tantos, que supuso el quinto de los nueve veces campeones de Copa.
Las transiciones le sonrieron algo más a los de Iosep a medida que el tiempo transcurría, pero encontraron dificultades en ganar la posición a una defensa bien medida y rápida en las recuperaciones.
El último tiempo dio la razón al Atlètic Barceloneta, que desde 2005 no se ha perdido una final de la Copa del Rey. Pavillard recogió el testigo goleador y aunque Valls y Prat protagonizaron una pequeña –y tardía- reacción, el Barcelona, ya sin opciones, vio cómo su vecino en la ciudad condal le impedía dar los últimos coletazos y zanjaba el último parcial con otra ventaja de 4-3.
