“Una de las grandes estrategias que estamos desarrollando en General Motors (GM) a nivel global es ver cómo hacemos que los vehículos sean cada vez más una plataforma de servicios que vaya en línea con la transformación tecnológica que se viene dando en los últimos años. Entonces, una vertiente muy importante del negocio es la de los productos y servicios conectados, un campo en el que estamos creciendo mucho y en el cual estamos trabajando fuertemente con miras a diseñar los mejores productos para que nuestros clientes tengan la mejor experiencia digital posible”. La frase pertenece al colombiano Jaime Gil Toledo, director de Productos y Servicios Conectados de General Motors para América del Sur, quien estuvo en el país para participar del IoT Day 2024 (día de Internet de las Cosas), que organizó la Cámara Argentina del Internet de las Cosas, y disertar sobre la conectividad en la industria automotriz.

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Con más de 29 años de experiencia en la industria automotriz, Gil Toledo habló en exclusiva con LA NACION sobre la aplicación de nuevas tecnologías de conectividad en los vehículos y su impacto pensando en el futuro cercano.

–¿Qué está pasando con la conectividad en la industria automotriz?

–En la actualidad hay cuatro grandes tendencias en la industria automotriz global que confluyen: el vehículo eléctrico, compartido (car sharing), autónomo y conectado. En ese contexto, la conectividad y el entretenimiento han transformado la experiencia a bordo de los vehículos en forma vertiginosa. En los 78 años que pasaron entre 1922 y 2000 los avances en esta materia pasaron por la radio, el pasa cassettes, el CD y el pendrive, todos dispositivos físicos. Desde 2000 se aceleró el desarrollo de funcionalidades mediante la conexión celular-vehículo a través de Bluetooth, pantallas táctiles de infoentretenimiento y wifi nativo, y, a partir de todo esto, el vehículo como un verdadero dispositivo de conectividad.

Este avance de la tecnología de conectividad y entretenimiento a bordo tiene un correlato directo con la transformación de las principales razones de compra de un vehículo. Hasta no hace mucho, los consumidores preferían diseños robustos y grandes por fuera, con un buen nivel de equipamiento de confort y conexión utilizando el smartphone, además de contar con motores de alta cilindrada y potencia. Hoy, en cambio, los compradores apuntan a un vehículo inteligente, funcional y de gran espacio interior desde el punto de vista del diseño, que sea un dispositivo de conectividad desde lo tecnológico y con bajo consumo, alto desempeño y sostenible.

–Hace pocas semanas lanzaron en nuestro país el servicio Acompañamiento Seguro como parte del paquete OnStar. ¿Es parte de esa estrategia?

–Sí, y es parte de un lanzamiento regional (lo implementamos también en Chile, Colombia y Ecuador). Lo que buscamos con este servicio es ver cómo acompañamos a nuestros clientes en esas situaciones en las que se puedan llegar a sentir inseguros, sea cuando estén llegando a sus casas o a sus trabajos o simplemente cuando van a pasar por una zona complicada o peligrosa. O sea, queremos estar junto a ellos en esas ocasiones en las que nuestros clientes quieren tener un acompañamiento.

–¿Cómo funciona?

–La verdad es que es muy sencillo: se presiona el botón azul que está en los controles del vehículo y enseguida se conecta con nuestro contact center, donde hay asesores que están especialmente capacitados para atender cualquier eventualidad y que, de ser necesario, se pueden comunicar con cualquier organismo de emergencia o seguridad para advertir de una situación anormal mientras hacen un seguimiento en tiempo real vehículo. O sea, un asesor está acompañando permanentemente al usuario, y en caso que se produzca algún inconveniente el asesor llama a los organismos pertinentes.

–A nivel industria, ¿cómo impacta la conectividad?

–No tengo dudas de que la conectividad dejó de ser una tendencia para convertirse en una realidad y que es un terreno en el que hay que jugar cada vez más. Hay países donde este tema está muy instalado y la conectividad empieza a parecer como algo corriente, porque es la propia industria automotriz la que está proponiendo más y más productos y servicios relacionados con esto. Y en ese punto es muy importante toda la experiencia que tenemos en GM para seguir evolucionando y seguir ofreciendo productos novedosos que nos permitan seguir liderando a nivel global, pues para nosotros la interacción entre el usuario y el vehículo es primordial. Para tener una idea, Chevrolet fue la primera automotriz en instalar una radio en un vehículo en 1922; y también fue pionera en muchos avances que luego de aplicaron en todos los vehículos (como por ejemplo el sistema OnStar). Por eso, estamos viendo cómo damos esos saltos adicionales para seguir liderando en estos y otras tecnologías.

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Vehículos conectados entre sí

–¿Eso incluye la interconexión entre vehículos?

–Si bien es cierto que hoy estamos más en lo que es la conexión del usuario con su vehículo, lo que va suceder próximamente es que se va a dar lo que llamamos Conexión del Vehículo a Todo, por la cual no solo te podrás conectar con tu auto, sino que tu auto se va a conectar con otros y también con la infraestructura de la ciudad para brindarte una mejor experiencia de manejo.

En General Motors estamos trabajando fuertemente en lo que denominamos Visión Triple Cero: cero congestión, cero accidentes y cero polución. Y una parte importante de ella es esa conexión adicional, sobre todo en vehículos autónomos que ya se están probando en diferentes ciudades. Creo que eso es algo que a futuro es algo que se va a ir normalizando y ampliando su alcance a nivel global.

–¿Y cómo sería la aplicación a esa Visión Triple Cero?

–Es interesante verla con hechos concretos. Un ejemplo claro son los autos autónomos, porque, primero, son eléctricos (producen cero contaminación); segundo, porque al estar completamente conectados van monitoreando y evaluando permanentemente todas las variables de seguridad en las calles con lo cual la probabilidad de accidentes es muchísimo menor; y, finalmente, cuando estos vehículos están conectados e interactuando entre sí y con otros sistemas se reducen no solo la probabilidad de accidentes sino también los niveles de congestión al elegir las mejores rutas posibles.

Otro forma de verla es con la conectividad. Por caso, a través de una aplicación del celular se puede chequear cuál es el estado general del coche; entonces, si aparece algún tipo de problema mecánico ese auto no debería salir a la calle, por lo que de esa forma se evita que potencialmente genere un problema.

Entonces, tener toda esa información sumado a los vehículos autónomos y eléctricos es que comenzamos a materializar toda esta Visión.

–Desde hace un tiempo se está viendo un gran avance de la Inteligencia Artificial. ¿Cómo lo están manejando desde la compañía?

–Ese es un tema muy interesante y en el cual nosotros entramos a jugar de una manera mucho más agresiva con los productos y servicios que tenemos para nuestros clientes y también para mejorar nuestros procesos internos (tenemos un área que se ocupa específicamente de esto). Más allá de eso, estamos empezando a ver cómo a través de la IA podemos brindar diferentes respuestas a nuestros clientes (ahora lo estamos aplicando en varios procesos de atención). Y más a futuro tenemos algunos productos muy interesantes que aún no han llegado a la región pero que sí estamos aplicando en América del Norte, como por ejemplo el seguimiento y monitoreo en tiempo real de flotas de vehículos mediante la instalación de cámaras en el interior de las cabinas, etcétera.

–Hoy se están rediscutiendo a nivel global los tiempos y pasos de la transición hacia los vehículos eléctricos. GM desde un principio apostó por los EV en detrimento de otras energías alternativas, pero hace poco anunció que comenzará a incursionar sobre los híbridos, con, por ejemplo, la versión PHEV (eléctrica enchufable) de la pickup Silverado. ¿Hay un cambio de estrategia?

–No, nuestra meta no cambió y nuestra apuesta fuerte sigue siendo por los EV. Pero eso no quiere decir que no consideremos otras alternativas, porque hoy vemos que el camino hacia la electrificación total es largo y va a demandar más tiempo del esperado, por lo que estamos reevaluando las alternativas que puedan acelerar esa transición. Pero, de nuevo, nuestra visión estratégica no cambia.

 

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