El enfrentamiento entre FC Barcelona y París Saint-Germain es uno de los grandes alicientes de los cuartos de final de la Champions. A priori se prevé una eliminatoria igualada, por el nivel de los equipos y de la plantilla. Aunque el factor Mbappé puede ser determinante, como comentó Ludovic Giuly en su valoración sobre el cruce. «No hay un favorito claro. Pero el Barça no tiene un crack como Mbappé, eso puede hacer la diferencia».
Podríamos obviar las palabras del exjugador del Barça y del PSG, teniendo en cuenta que el PSG no ha ganado la ‘orejona’ juntando a Messi, Neymar y Mbappé. Pero no es ningún secreto que tener a los mejores te acerca a la Champions.
El ejemplo más reciente es el Manchester City, que estuvo a la orilla varias veces antes de ganar la competición, justo el año en que firman a Erling Haaland, máximo anotador de ese año. También el Real Madrid un año antes logró remontadas imposibles con Benzema y Courtois siendo claves en los momentos decisivos.
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El Chelsea podría ser el caso más singular, ya que consiguió ganar la Champions sin ninguna estrella principal como tal. Pero tanto Bayern como Liverpool, anteriores campeones, tenían a figuras como Lewandowski y Salah además del sólido bloque que les respaldaba.
En busca de un referente
No hay dudas de que Mbappé es la estrella del PSG. El francés es el mejor jugador del mundo actualmente y a sus 25 ya ha sido decisivo en varias eliminatorias de Champions y Copa del Mundo. Hace 3 años destrozó al Barça de Koeman con un hat-trick en el Camp Nou.
El Barça de Xavi sigue en busca de su jugador diferencial. Probablemente lo más parecido sea Robert Lewandowski, máximo anotador del equipo. Sus dos goles frente al Nápoles le avalan, pero el polaco tiene 35 años y necesita más que nunca al equipo para dar su mejor versión.
Esta temporada Ilkay Gündogan ha ejercido de líder tanto dentro como fuera del campo: marcando goles, dando asistencias y exigiendo al equipo en rueda de prensa. Pero su situación es parecida a la de Lewandowski, siendo un futbolista que requiere algo más del equipo.
Todo el mundo imagina a Lamine Yamal como el futuro líder del club, pero todavía tiene 16 años y sería injusto exigirle esa responsabilidad, más aún sabiendo que ante el PSG jugará su segunda eliminatoria de Champions League. Pese a su edad, sí que tiene todas las características para serlo: calidad, descaro y personalidad.
Mientras Lamine crece, el Barça va a necesitar la mejor versión de Lewandowski y Gündogan además de la de Ter Stegen, Araujo y Pedri, las otras piezas clave de la estructura del Barça a largo plazo.
