La intensa rutina de las personas puede impactar de diversas maneras, tanto en lo físico como en lo mental. Para estas situaciones es importante tener en cuenta que hay algunas vitaminas que ayudan a mejorar el rendimiento y permiten encontrar un equilibrio. Una de ellas es la D3, que es esencial para el cuerpo y que en ocasiones no alcanza los valores adecuados, lo que provoca una serie de problemas. Se encarga, entre otras cosas, de mantener la buena salud de los huesos y las articulaciones.

También conocida como colecalciferol, la vitamina D3 no está activa en el organismo, es decir, que se sintetiza mediante la exposición a la luz solar. Debe ser procesada por el hígado y los riñones y se absorbe mejor cuando se ingiere con un poco de grasa.

Para qué sirve la vitamina D3 y cuáles son sus beneficios

Según los expertos, esta vitamina ayuda en gran medida al organismo, ya que colabora ayuda con la asimilación del calcio y el fósforo en los huesos. Como si fuera poco, cumple otras funciones: controla la presión arterial, regula el funcionamiento del sistema inmunitario, ayuda a combatir el envejecimiento y favorece la adecuada coagulación de la sangre.

Hay grandes ventajas con esta vitamina, dado que obtener niveles adecuados de ella hace que los huesos y articulaciones estén fuertes, lo que colabora a mantener la flexibilidad y la resistencia y ayuda también a prevenir enfermedades e infecciones gracias a que fortalece el sistema inmunitario.

También mejora el bienestar y el estado de ánimo y es una aliada para combatir enfermedades metabólicas como la diabetes o la hipertensión.

Vitamina D3: en dónde se encuentra

Como se mencionó anteriormente, se trata de una vitamina que necesita de procesos internos y externos como la exposición solar para conseguirla. Su déficit es más común de lo que se pueda pensar precisamente por este motivo.

Para obtenerla, hay que contar con una exposición diaria al sol de 30 minutos, pero al mismo tiempo, se debe contar con una protección frente a los rayos UV.

Hay alimentos en donde esta vitamina está presente y según consignó el sitio Mayo Clinic algunos de ellos son la leche y los cereales fortificados y el pescado graso (como salmón, sardinas y caballa). Otra buena alternativa para obtenerla es tomar suplementos, pero esto siempre se debe hacer bajo la supervisión de un médico.

Qué ocurre si una persona presenta déficit de vitamina D

La cantidad de vitamina D que genera la piel depende de muchos factores, incluidas la hora del día, la estación del año y la pigmentación. Según el sitio donde una persona viva y cuál es su estilo de vida, la misma puede disminuir y ser completamente nula durante los meses de invierno.

Por lo que aseguran los especialistas, la carencia de esta vitamina -en mayor o menor medida- suele estar relacionada con problemas como la fatiga o el cansancio, nerviosismo, aumento de caries dentales, trastornos del sueño e incluso depresión y un empeoramiento de enfermedades tales como la diabetes.

 

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