Se acaba el tiempo para conocer la decisión final de un Jagoba Arrasate con dudas de cara a su continuidad en Osasuna tras un mes de idas y venidas en las negociaciones con el club.
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Era difícil pensar a principio de curso que este sería uno de los debates en el tramo final del campeonato liguero para los rojillos. Con contrato hasta el 30 de junio de 2024, todavía es toda una incógnita saber si en el mes de julio volverá a Tajonar para iniciar una nueva pretemporada.
“Espero, quiero y deseo que renueve con nosotros. No nos hemos sentado a hablar de la temporalidad, ni del dinero”, fueron las últimas declaraciones del presidente, Luis Sabalza, a la ETB, durante el choque entre la Euskal Selekzioa y Uruguay en el que Arrasate fue el preparador vasco.
EL PORQUÉ DE LAS DUDAS
Una vez finalizó la cita, el técnico fue preguntado por ello: “Los que estamos dentro tenemos clarísimo lo que queremos y esta semana vamos a hablar. No puedo decir mucho más. Veremos qué es lo mejor para mí y para Osasuna”.
Entrenador y directiva se reúnen esta semana para abordar, de manera firme y sin vuelta de hoja, su futuro. Sin que el gran motivo de la decisión se centre en dinero o en la extensión, las dudas pueden llegar en cuanto a si dar un nuevo aire por parte de la directiva.
Pese al ascenso de 2018, las cuatro permanencias seguidas, la segunda final de la Copa del Rey disputada en 104 años de historia y la clasificación para Europa 16 años después, el tiempo de Arrasate en Pamplona sigue en el aire.
La confianza o la relación de una parte de la directiva está llevando al técnico a reflexionar sobre su renovación con el conjunto navarro. La cuenta atrás para conocer los detalles de la negociación y el porqué de toda ella ya ha comenzado.
Con la salvación virtual ya lograda, Arrasate es el gran partido y el objetivo de una hinchada que le ha apoyado en todo momento y que seguro esté preocupada con el devenir del capitán del barco, aquel que se ha erigido como la gran cara visible de un proyecto ganador y sin apenas fisuras.
