El descontento de Fernando Alonso con la disparidad de criterios de la FIA ha llegado a su punto más alto este fin de semana, después de que los comisarios dejaran sin sanción a Lewis Hamilton por el incidente en la sprint del GP de Miami.
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El británico provocó un toque en la primera curva de la carrera sprint aunque tras revisar las imágenes se cerró el asunto como un lance de carrera. Según la apreciación de la FIA, que coincide con la versión que dio Hamilton del accidente a cuatro bandas, se registraron tres colisiones: la primera es la de Stroll con Alonso, la segunda entre Hamilton y Alonso y la tercera de Stroll con Norris. Al ser en la primera vuelta y no ver responsabilidad por parte de ningún piloto, decidieron no sancionar a nadie.
Alonso ya contaba con esa decisión incluso antes de que fuera oficial. «Veremos lo que deciden. Supongo que no decidirán nada porque no es español, pero bueno, creo que arruinó la carrera de unos cuantos de Norris, sobre todo que tiene un coche muy rápido y se quedó en ese incidente y bueno para nosotros», comentó en tono irónico tras bajarse de su Aston Martin.
La decisión de no sancionar a Hamilton fue la gota que colmó el vaso para Alonso quien, con varios años de experiencia en su mochila, no dudó en acudir a las altas instancias. El asturiano se reunió tras la clasificación con el presidente de la FIA, Mohamed Ben Sulayem, para exponer las diferencias de criterio de los comisarios a la hora de sancionar y su preocupación por los futuros pilotos españoles.
Alonso ya se había mostrado crítico en su llegada a Miami, cuando estaba a la espera del recurso presentado por Aston Martin por la sanción en China. El asturiano fue castigado con diez segundos y tres puntos en su Superlicencia de piloto, por un incidente con Carlos Sainz (Ferrari) en la sprint del GP asiático. El recurso no fue finalmente examinado por la Federación y ni siquiera ha dado una respuesta oficial.
En lo que va de temporada, Alonso acumula aun otra sanción, la recibida en Australia por un lance con George Rusell (Mercedes). Entonces fue penalizado con 20 segundos y tres puntos de la Superlicencia. Con seis puntos menos ya, el ovetense está a otros seis de perderse una carrera.
Gotas que han colmado el vaso de un Fernando Alonso que pretende solucionar una situación que considera injusta.
