«En términos de competitividad, somos la mejor liga del mundo», soltaba hace no demasiado Javier Tebas para mantener el ‘status’ de su competición. Nadie más que él se ha obsesionado por seguir llamándole la mejor liga del mundo cuando ya era insostenibles. Porque si pierdes a Messi, Cristiano, Neymar, Benzema y otras tantas estrellas y apenas tus clubes tienen el poder económico para firmar algo parecido a unos sustitutos, la competición baja dos y hasta tres peldaños.

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Excepto Real Madrid, que en lo económico juega en otra liga, todos y cada uno de los equipos de la Liga están asfixiados por el temido ‘fair play’. Ni Atlético de Madrid, ni Sevilla, ni Betis, ni Villarreal… ¡Ni Barça! se han salvado de la quema. Todos han tenido que vender o dejar ir a algunas de sus estrellas para poder competir en la Liga cada temporada.

¿No se acuerdan de cuando el Betis tuvo que esperar varias jornadas para poder inscribir a todos sus fichajes? ¿O cómo el Barça tuvo que hacer mil maniobras para poder encajar a todos sus jugadores en la masa salarial? Así es imposible. O, al menos, mucho más complicado. Los equipos están casi obligados a ser algo menos competitivos cada año, teniendo que tirar de futbolistas del filial para llenar convocatorias porque la masa salarial da para lo que da. El resultado no es otro que lo que hemos visto en Europa esta temporada.

Somos la mejor liga del mundo, pero si no es por el Real Madrid, que aún no sabe cómo sigue vivo en la Champions, ningún equipo de España estaría en las semifinales de alguna competición europea. En la Europa League y en la Conference, ni rastro de un club español y eso que las competiciones se iniciaron con cinco equipos en Champions, dos en la Europa League y uno en la Conference.

¿Servirá de algo esta catástrofe? ¿Habrá un cambio en las normas para hacer que el fútbol español vuelva a ser competitivo en comparación con otras ligas? Recordemos que Italia o Alemania no tienen el potencial económico de la Premier League y, en cambio, han logrado meter a más equipos en las fases finales de las competiciones europeas. Veremos si hay reflexión o todo sigue igual. Lo único cierto es que la Liga española hace tiempo que ha dejado de ser la mejor liga del mundo, por mucho que se empeñen en decir lo contrario.

 

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