Mientras el mundo está atento a una posible escalada bélica que, con Israel e Irán como máximos contendientes, derive en una guerra abierta y generalizada en Medio Oriente, las grandes urbes en todo el planeta extreman sus protocolos de seguridad. La ciudad de Buenos Aires no es la excepción. Las fuerzas federales y el sistema de inteligencia están en alerta, y la policía local activó un área especial dentro de su policía para enfrentar eventuales amenazas terroristas.

El jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, ordenó que a través del Ministerio de Seguridad de la Ciudad se ponga en marcha un plan de contingencia para garantizar la seguridad de “objetivos sensibles”, luego de que en las últimas horas se conociera el ataque de Irán a Israel, según informaron a LA NACION calificadas fuentes de Poder Ejecutivo local.

La medida fue tomada luego de que en las últimas horas se produjera el ataque de Irán a Israel con drones y misiles, y después de que, el jueves de la semana pasada, la Cámara Federal de Casación Penal determinara, en un fallo histórico, que los atentados contra la Embajada de Israel, del 17 de marzo de 1992, y el ataque contra la AMIA, el 18 de julio de 1994, fueron organizados por Irán y ejecutados por su brazo armado, la organización terrorista Hezbollah.

Los “objetivos sensibles” son “aquellos que no son blanco del delito común para la búsqueda de beneficios económicos y que cuyos ataques suelen ser perpetrado por organizaciones de crimen organizado, organizaciones terroristas, y otras, que persiguen un impacto comunicacional o un hecho estratégico con objetivos políticos, religiosos, raciales, entre otros”.

El ministro de Seguridad porteño, Waldo Wolff, afirmó que la División de Objetivos Sensibles (DOS) de la Policía de la Ciudad está en alerta y trabaja sobre planes de acción para ejecutar procedimientos de reacción rápida para la protección de enclaves que podrían convertirse en blanco de algún tipo de hostigamiento o ataque.

En la coyuntura actual, se trabaja con “edificios consulares, embajadas, instituciones religiosas y otros puntos de interés geopolítico”, explicaron las fuentes consultadas.

“Veníamos trabajando, desde que asumimos, en un área que llamamos División de Objetivos Sensibles, que busca perfeccionar e identificar la provisión de seguridad en los objetivos sensibles”, sostuvo Wolff, en declaraciones al programa “Si pasa, pasa”, de Radio Rivadavia.

Esa división está dirigida por Alejandro Itzcovich, que fue director de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) entre 2015 y 2019, durante el gobierno de Mauricio Macri, y que hoy es vicerrector del Instituto Universitario del Instituto Superior de Seguridad Pública, que depende del jefe de la Policía de la Ciudad, Diego Kravetz.

La idea central del trabajo de la División de Objetivos Sensibles es trabajar con los efectivos de la comisaría que tiene jurisdicción en las instituciones que podrían ser foco de riesgo para desplegarse de forma urgente ante cualquier hipótesis de conflicto. Es la encargada de capacitar al personal policial ante las distintas situaciones sospechosas –por ejemplo, qué debe hacer un agente en su labor de prevención urbana ordinaria si aparece un bolso sin dueño dejado en el piso en medio de una multitud– y de jerarquizar los niveles de ejecución de acciones. Para eso cuenta con la labor de los operadores del Centro de Monitoreo Urbano (CMU) y la interacción con las distintas fuerzas de seguridad federales.

Los objetivos de la DOS son:

Identificar objetivos sensibles de atentados terroristas. Diagramar planes preventivos para brindarles seguridad. Reforzar la instrucción permanente de todos los miembros de la fuerza en normas específicas. Interactuar con las Fuerzas Federales en la materia. Maximizar las medidas de seguridad en objetivos determinados

“Estamos capacitando a la policía jurisdiccional, los que están en la calle, que son los primeros que llegan a estos lugares. Antes, reforzar la seguridad era algo puntual, mandar una consigna. Pero hay muchas cuestiones a definir antes de mandar a alguien. Hay que tener un plan de acción en la comisaría donde están aquellos objetivos sensibles y que la policía local sepan dónde están ubicados para tener una reacción más rápida, con apoyo específico del centro de monitoreo y de acuerdo a una hipótesis de conflicto”, señaló Wolff en el reportaje radial.

En la Ciudad son cautelosos con respecto a puntualizar alguna situación de riesgo actual en la Capital; antes, la idea es que en las principales capitales y centros urbanos del mundo el terrorismo internacional está permeando la seguridad. “Estamos trabajando en planes de acción que elevan el nivel de alerta y el nivel de custodia con sistemas más acordes a lo que está ocurriendo en el mundo. Se incrementaron los ataques en el mundo en lugares públicos, como pasó en Moscú, lo que ocurrió ayer en Sídney, las alertas en los partidos de la Champions League en Madrid”, sostuvo el ministro.

“Nosotros trabajamos con las fuerzas federales, yo hablo permanentemente con la ministra Bullrich, que tiene como máxima responsable bajo su órbita lo que es los ingresos al país y demás. Pero en definitiva, quienes están en la primera línea son las policías jurisdiccionales”, afirmó.

“Hay gente que es más antisemita que argentina”

Wolff repudió el ataque de Irán contra Israel y criticó el permanente cuestionamiento de un sector de la sociedad al sostener que “hay gente más antisemita que argentina”.

“Esto es una guerra que empezó hace mucho y no es solo contra los judíos, sino contra Occidente”, señaló el ministro, que agregó: “La Argentina es parte de Occidente y hoy este Gobierno está alineado con el lado del mundo con el que me siento identificado junto con esta gestión de la Ciudad”.

“Si hay un país que no puede en función de su historia y sus valores hacerse el distraído es la Argentina por eso hay que seguir desarrollando estos sistemas de convivencia para seguir desarrollando los niveles de alerta”, concluyó Wolff.

 

Facebook Comments