Lucas Vázquez es un jugador de otra pasta. Su menudo físico lo suple con una fuerte personalidad, una convicción a prueba de balas y un rendimiento inalterable cuando el entrenador de turno, en esta ocasión Ancelotti, recurre a él para tapar agujeros. Sí, pudiera decirse que es el fontanero de la banda derecha blanca, pero eso sería no hacer justicia a un futbolista que en su decálogo no figura la palabra rendición.
Titular por sorpresa
Casi nadie esperaba al gallego en el once titular en todo un Clásico, pero Carvajal llegaba al límite físico tras batalla de Manchester y Ancelotti confió en Lucas para suplir a su compañero. Un extremo-interior reconvertido a lateral que responde sin ser un especialista en defensa. A sus 32 años sigue rindiendo cada vez que el italiano lo llama a filas, y lo hace sin pagar el peaje de la inactividad que debería afectar al ritmo de su fútbol.
Lucas Vázquez fue la pieza clave del Real Madrid para llevarse la victoria en el Clásico y dar un paso de gigante para ganar el título. Desde la modestia suele aparecer por su banda para castigar a los rivales. En esta ocasión le tocó al Barcelona, que falló por ese carril con un Cancelo que apenas lo vio venir. El de Curtis sorteó al portugués para provocar el penalti aprovechándose de una imprudencia de Cubarsí. Dejó el pie atrás para tropezar con la pierna del canterano azulgrana. Vinicius se encargó de empatar aprovechando la pena máxima (1-1).
“Una Jodida Leyenda”
Después, fue el autor del empate a dos a pase de Vinicius, que le vio entrar libre de marca por el segundo palo para fusilar a Ter Stegen (2-2). Y cerró su gran actuación con un pase raso que Joselu no llegó a rematar, pasándole el balón entre los pies, para que Bellingham culminase con un remate preciso por alto para salvar la resistencia del portero alemán del Barça (3-2). El Madrid marcó tres goles en los que participó de manera directa este héroe silencioso que es cómplice necesario de todos sus compañeros.
Bellingham le homenajea en las redes sociales tildándole de “Jodida Leyenda”, en una semana en la que ha sido protagonista después de su buen partido ante el City cuando relevó a un destrozado Carvajal, y se atrevió a tirar un penalti en la tanda y marcarlo.
Lucas Vázquez cumple su novena temporada en la primera plantilla madridista después de salir de la cantera blanca, destacar en el Espanyol y ser reenganchado a cambio de un millón de euros en el verano del 2016. Termina contrato el próximo 30 de junio, pero tiene una oferta de un año más en premio a su rendimiento, su compromiso y ser uno de los veteranos que hacen vestuario.
