Los dos últimos campeones de la Champions League se ven las caras por tercer año consecutivo. El que pasó la eliminatoria ganó el título, dejando rastro de que son los principales favoritos para repetir guion. Entre el Real Madrid y el Manchester City no hay secretos, se conocen a fondo como Ancelotti y Guardiola, dos viejos conocidos que han dejado su sello por donde han pasado. Ahora vuelven a medir sus pizarras y estrategias en una eliminatoria que se presenta abierta.
INTENSIDAD
Ancelotti ha tenido nueve días para preparar el doble enfrentamiento en los que Guardiola ha jugado dos partidos. El italiano avisó que ante el City van a necesitar jugar “con más intensidad” recordando lo sucedido hace un año, en el que cayeron con estrépito en el partido de vuelta (0-4). Por eso, ha trabajado el aspecto físico durante estos días, y estar preparados para el alto ritmo que imprimen los ingleses a su juego. Un partido que durará 180 minutos entre dos equipos que se hacen fuertes en sus respectivos estadios.
PRESIÓN
Será importante la presión, tanto ejecutarla como salvarla. Ancelotti sabe que los peligros nacen en pérdidas en la salida de balón y tiene que asegurar ambos aspectos. El recurso del balón largo es una opción válida con Vinicius y Rodrygo arriba. Cuando toque presionar, lo tendrá que hacer de manera escalonada para no dejar espacios por donde se cuelen los citizen. Si una cosa tiene medida Guardiola es la movilidad de sus peones, que siempre encuentran a un compañero libre de marca en el que apoyarse.
CONTROL
Ambos equipos se mueven alrededor del balón. Las grandes individualidades que tienen les permite una alta calidad de pase, eso hace difícil quitarles la pelota por lo que se espera que se alternen el control del juego. Defenderse con la posesión del balón es una de las señas de los dos equipos, lo aprovechan para descansar e iniciar sus ataques a base de combinaciones entre líneas o entrando por las bandas. Los cambios de orientación son un recurso útil para sorprender o para desahogar el juego, algo que ambos equipos también manejan con diligencia.
JUEGO DIRECTO
El Madrid tiene que apostar por el juego directo y el contraataque. El City es un equipo bien organizado que se mueve en bloque. La manera de sorprenderlo es imprimiendo ritmo al juego, siendo directos y saliendo al contragolpe, pero que sea el balón el que corra y busque a los jugadores de manera escalonada para llegar lo antes posible y con ventaja al área contraria.
JUNTAR LÍNEAS
Esta premisa en la que Ancelotti más insiste, que las líneas estén juntas siempre y que se muevan en acordeón en el repliegue o las transiciones. Es una labor de equipo y en la Liga lo está cumpliendo como lo demuestra ser el equipo menos goleado. El sacrificio sin balón tiene que ser general y más ante un rival que cada movimiento tiene una finalidad. El Madrid se siente cómodo cuando cierra en bloque los caminos a su área, para robar y contraatacar, pero sufre cuando la presión no es coordinada dejando demasiados espacios abiertos.
ESTRATEGIA
Otra cuestión es la estrategia a balón parado. Tienen jugadores precisos en el golpeo y altura para aprovechar sus servicios milimétricos. Máxima concentración en cada jugada y, también, en evitar comodidad en el último pase donde el City es un equipo adiestrado para encontrar siempre a un compañero con ventaja. Comparativamente, el Madrid flojea y no porque no tenga precisión, sino por malograr el gran flujo de juego ofensivo que suele construir.
NOMBRES PROPIOS
Por último, además de la sabiduría de ambos entrenadores, los blancos deben vigilar a jugadores específicos, los que marcan la pauta del juego citizen. Hace un año, Rudiger secó a Haaland, pero el equipo no pudo con Rodri o De Bruyne, además de verse superado por las bandas. Hay ciertos jugadores ante los que no se puede perder la concentración y Rudiger fue ejemplo de como deben responder el resto ante jugadores como el belga, el español, Bernardo Silva o el propio Foden, que llega enchufado al partido.
