“Hasta hace tres días la sensación que teníamos era que aún estábamos bajo los efectos de La Niña; seguíamos en sequía”. Después de casi tres meses en los que prácticamente no llovió, en la zona de Tostado, en el norte de Santa Fe, el último fin de semana se registraron entre 130 y 170 milímetros y esa es la sensación que reflejó el productor Jorge Mercau.

“Estábamos prácticamente transitando la cuarta Niña porque tuvimos un poco de lluvia en diciembre y luego nada más”, sostuvo Mercau, ganadero y referente de la Sociedad Rural local. En rigor, estimó que en el año en esa zona no llevaban más de 70 milímetros, siendo que en el verano suelen caer unos 400 milímetros.

La falta de humedad en el suelo y la ausencia de lluvias complicaban a los productores. Continuaban los acarreos de agua a los campos y muchos tenían sus lotes vacíos luego de desprenderse de su hacienda o trasladarla hacia otros establecimientos.

Anuncio para el campo: Caputo dijo que bajarán aranceles para la importación de insumos

El productor relató que en diciembre del año pasado recibieron unos 70 mm que permitieron sembrar sorgo y maíz. Sin embargo, debido al cese de las lluvias posteriormente, todos los cultivos se vieron afectados. Además, después de tres años de precipitaciones por debajo de lo normal debido a La Niña, las reservas de agua seguían siendo escasas. Por lo tanto, los productores se vieron obligados a continuar acarreando agua en camiones cisternas.

“Hay algunas zonas en donde sí llovió, pero el 90% del departamento estaba muy afectado”, comentó sobre el distrito de 9 de Julio, que es en donde se encuentra esta localidad.

Mercau es uno de los productores que el año pasado tuvo que tomar la drástica decisión de desprenderse de toda su hacienda. “Me fue imposible mantener el sistema. Casi me fundo y no pude volver”, se lamentó. Siempre su stock fue superior a las 1000 cabezas, pero durante los tres años de sequía fue vendiendo de a poco hasta que en agosto de 2023, finalmente, se desprendió de las 30 que le quedaban.

“Me fui quedando sin ahorros porque había que mantener todo el sistema, comprar agua, mantener a los empleados. Todo sin prácticamente tener producción, cada vez había menos pariciones. Por suerte vendí todo porque sino me hubiera terminado de quedar sin nada”, señaló.

En total, en el departamento de 9 de Julio estiman que por La Niña se perdió por mortandad entre 10.000 y 15.000 cabezas y se trasladaron a otros lugares 70.000 animales. Esperan tener un dato más exacto cuando concluya la vacunación contra la aftosa que se está realizando.

El productor resaltó la importancia de los milímetros caídos el sábado pasado y los pronósticos de más lluvias. “Es importante que llueva porque con eso vamos a poder asegurar la siembra de verdeo o alfalfa”, comentó.

“Comité de crisis”: reclaman acciones contundentes por el ataque de una plaga que tiene en vilo al campo

Alertó que la situación se podría ir al extremo porque la Secretaría de Recursos Hídricos advirtió sobre posibles inundaciones en la zona ya que se liberaría agua de embalses al norte del río Salado.

“Se informa y advierte a productores ganaderos cuyos establecimientos se sitúan en la llanura aluvial del Río Salado hasta la RP13, que es probable alcanzar un aumento significativo de los caudales de descarga actuales, a fin de que tomen recaudos con suficiente anticipación ante un cuadro de inundación altamente probable que, según cómo transite la onda de crecida por los bañados de Navicha hasta el límite interprovincial, podría llegar a afectar en diversa medida a puestos o viviendas de ribereños y a sus rodeos, en particular los de cría”, dice la carta que llegó a los productores desde ese organismo.

Mercau indicó que desde la Sociedad Rural local solicitaron que continúe la situación de emergencia por sequía para la zona porque hay lugares hacia el norte en donde todavía no llovió.

 

Facebook Comments