Cerler es uno de los cientos de pequeños pueblos que albergan una estación. Este municipio de la provincia de Huesca, cuenta con el descenso de esquí más largo de nuestro país. Forma parte de Benasque y es la localidad con mayor altitud del Pirineo Aragonés con 1540 metros. Sin embargo, hoy en día es conocida por ser la residencia del Ratoncito Pérez.
Entre los vecinos, se encuentra este ilustre y popular personaje del patrimonio español. Desde que se ha mudado al municipio, las habitantes y turistas que pasean por sus calles buscan con atención su residencia. Debido a la fama del pequeño ratón, decenas de niños dejan sus cartas y dibujos en la puerta de su vivienda.
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Al llegar a su domicilio, podemos observar una pequeña puerta redonda de madera, un buzón para los dientes, y un felpudo en el que advierte que los gatos no son bien recibidos. Además, para que no haya ningún tipo de duda, hay un letrero con el nombre del Ratoncito Pérez.
Los vecinos de Cerler cuentan que el mágico ratón es todo un manitas, y decora la entrada de su hogar según la festividad del año. Es habitual encontrarse elementos decorativos de Navidad y Halloween cuando se acercan las fechas señaladas. Por otro lado, están encantados por lo que significa la llegada del Ratoncito Pérez a sus calles: «Hemos conseguido que mucha gente del valle, que no conocía el pueblo de Cerler o que simplemente hacía tiempo que no venía, haya subido a recorrer sus calles con la excusa de visitar a nuestro vecino diminuto».
