Viajes interestelares, ciencia ficción, inteligencia artificial, nanotecnología y mucha ciencia. Todo ello define, en cierto modo, a la novela El Problema de los Tres Cuerpos, una obra publicada en el año 2008 por el autor chino Liu Cixin y que esta semana da un salto a la pequeña pantalla con el estreno de una serie en Netflix que lleva por título el mismo nombre.

Aunque todos los detalles conocidos no trascienden mucho más allá del tráiler, el reparto y la sinopsis, sí es oficial que la serie contará con un total de 8 episodios a través de los cuales se desarrollará la adaptación de la trama de la obra original.

Sin desvelarte ningún detalle importante, El Problema de los Tres Cuerpos enfoca la problemática de una China utópica en los años 60 y el primer contacto de la humanidad con una inteligencia extraterrestre.

Sin embargo, fuera del contexto del papel y la pantalla, el problema de los tres cuerpos cobra un significado muy diferente: se trata de un problema abierto de la física que aborda las complejidades del movimiento de cuerpos celestes.

Así, Liu lo utiliza de forma única como un elemento central de la trama, alimentándolo de ficción y de términos científicos fundamentados relacionados con la astronomía, la teoría del caos o la inteligencia artificial. Te contamos todo acerca de esa base científica sobre la que reside esta ficción.

EL PROBLEMA DE LOS TRES CUERPOS

Más allá de la obra de Liu Cixin, el problema de los tres cuerpos es uno de los problemas fundamentales en la física y la astronomía, y trata la interacción gravitatoria entre tres objetos masivos en movimiento. En otras palabras, hace referencia a la complejidad de predecir los movimientos que van a efectuar tres objetos, por ejemplo, tres planetas, que se atraen gravitacionalmente entre sí. La interacción entre ellos puede llegar a generar trayectorias muy complicadas y, a menudo, impredecibles.

La gravedad es una fuerza fundamental que influye en las dinámicas de todos los sistemas que se encuentran en el Universo, como los planetas del Sistema Solar, las estrellas en una galaxia o, incluso, las partículas subatómicas con masa. Por esa razón, este problema es básico a la hora de comprender como aparecen las interacciones en el mundo que nos rodea.

A diferencia del problema de los dos cuerpos, el cual es posible resolver de forma sencilla mediante métodos analíticos, encontrar soluciones para el problema de los tres cuerpos es algo extremadamente difícil. Aunque para interacciones elásticas sí existen ciertas soluciones analíticas, para las gravitatorias es todo un desafío y únicamente es posible alcanzar resultados coherentes mediante métodos numéricos.

Con el planteamiento de su trama, Liu explora este concepto de manera muy original presentando un sistema estelar trinario, donde un planeta llamado Trisolaris orbita alrededor de tres soles en lugar de uno solo. Esta extraña configuración presenta limitaciones y condiciones climáticas significativas para los habitantes del planeta, derivadas de las interacciones entre los tres cuerpos y las fluctuaciones extremas que se generan.

OTROS CONCEPTOS CIENTÍFICOS DE LA OBRA

Además del propio problema de los tres cuerpos, que da nombre y argumento a la obra, la novela está impregnada de una variedad de términos y conceptos científicos que, además, de proporcionar un marco contextual, también invitan a los lectores y, a partir de ahora, a la audiencia, a reflexionar sobre todas las posibilidades y los límites del propio conocimiento humano.

Por ejemplo, la novela utiliza la teoría del caos en múltiples ocasiones para ilustrar la imprevisibilidad de los sistemas complejos, en este caso, del sistema trinario entorno al que orbita Trisolaris. La incapacidad para predecir con precisión el comportamiento del planeta refleja como pequeñas variaciones y fluctuaciones pueden conducir a resultados drásticos y catastróficos con el paso del tiempo.

Por otro lado, la trama se apoya mucho en la mecánica celeste y la astrofísica, destacando la forma en la que las leyes de la mecánica influyen en las órbitas de los planetas y las estrellas, o las posibilidades de habitabilidad de los diferentes planetas en función de su comportamiento orbital o sus condiciones climáticas.

A esto se suma también la comunicación interestelar, un concepto que utiliza la novela para plantear preguntas sobre cómo podríamos comunicarnos con otras civilizaciones en el Universo o sobre qué desafíos técnicos y lingüísticos podrían surgir en este proceso.

Finalmente, la inteligencia artificial avanzada – incluyendo discusiones acerca de la ética de la IA, su potencial para el bien y el mal y los desafíos que implica controlarla – y la nanotecnología – a través de su uso en diferentes ambientes y su futuro como un punto clave en la transformación de la sociedad – son conceptos protagonistas durante la trama. Sin embargo, si quieres adivinar por qué, tendrás que descubrirlo por ti mismo. ¡Ahora dispondrás de diferentes formatos para hacerlo!

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