Durante los primeros trimestres del embarazo, aproximadamente el 80% de las mujeres experimenta náuseas. Sin embargo, existe un pequeño grupo, entre el 1% y el 2%, que sufre de una forma severa de náuseas y vómitos, llegando a vomitar hasta 50 veces al día. Esta situación extrema puede llevar a la pérdida de peso, deshidratación y, en casos críticos, a la hospitalización.

Esta condición, conocida como hiperémesis gravídica (HG), ha sido un misterio médico durante mucho tiempo. Antes de comprenderse mejor, esta falta de conocimiento científico se suplía con concepciones erróneas y prejuicios.

 

La historia de la HG es un claro ejemplo de cómo las percepciones culturales y los prejuicios pueden influir en el tratamiento médico. En España, por ejemplo, el tratamiento histórico de la HG incluía el aislamiento de la paciente y terapias antieméticas, basándose en la creencia de que los síntomas eran una forma de «aborto oral» subconsciente o una expresión de rechazo al embarazo. 

El estigma desvelado

Durante años, la HG ha sido un enigma médico rodeado de estigmas y teorías infundadas. Las embarazadas con síntomas severos de náuseas y vómitos, como la genetista estadounidense Marlena Fejzo, a menudo se enfrentaban acusaciones de estar exagerando o buscando atención. En los casos más extremos, la HG puede llevar a la deshidratación, la pérdida de peso y, en ocasiones, a hospitalizaciones. Fejzo, quien perdió a su bebé debido a esta condición, pone de manifiesto la gravedad y la urgencia de comprender mejor esta enfermedad.

Ahora, en un estudio publicado en la revista Nature, Fejzo y un equipo de expertos, incluyendo profesionales de la Universidad de Cambridge, han arrojado luz sobre el papel de la hormona GDF15 en la HG. Contrariamente a la creencia inicial de que las mujeres con niveles altos de GDF15 previos al embarazo eran más susceptibles a la enfermedad, los hallazgos sugieren que son aquellas con bajos niveles de esta hormona quienes desarrollan hipersensibilidad durante el embarazo

Variante genética

La investigación subraya un hallazgo crucial: las mujeres con una variante genética poco frecuente, asociada con un mayor riesgo de hiperémesis gravídica, suelen tener niveles bajos de cierta hormona incluso fuera del embarazo. Este estudio arroja luz sobre la causa de las náuseas durante la gestación, revelando que se deben a la hormona producida por el feto en crecimiento, a la cual la madre no está acostumbrada

La sensibilidad a esta hormona es un factor clave; cuanto más sensible sea la madre, más intensos serán sus síntomas. Este conocimiento abre la puerta a nuevas estrategias de prevención y tratamiento, indicando que la solución podría residir en evitar que la hormona GDF15 interactúe con su receptor específico en el cerebro de la madre, lo que podría ser fundamental para desarrollar una manera eficaz y segura de tratar este trastorno.

Este descubrimiento no solo ofrece una explicación biológica para la HG, sino que también allana el camino para tratamientos potenciales, como se ha demostrado en experimentos con ratones.

El siguiente avance podría implicar alterar la ‘receta genética’ mediante técnicas de edición genética. Otra posibilidad es incorporar un elemento adicional al ‘plato final’ para prevenir los vómitos durante el embarazo. Existen numerosas alternativas y, del mismo modo, muchas incertidumbres por resolver. La doctora Fejzo, fortalecida por su experiencia personal y profesional, sigue siendo una figura clave en este campo, impulsando la investigación para un mayor entendimiento y mejores tratamientos para la HG.

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