En el Monte Prado, una cumbre de unos 2.000 metros situada en el Parque Nacional de los Apeninos Tosco-emilianos (Italia) crecen unos árboles muy particulares llamados sauces enanos (Salix herbacea). Tienen aspecto de pequeñas hierbas, pero se les considera árboles miniatura y son, de hecho, la especie arbórea más pequeña del mundo, cuya altura es de entre uno y seis centímetros.

Otra particularidad de esta peculiar planta es su gran resistencia y adaptabilidad: crece en un entorno alpino muy sensible a las oscilaciones climáticas, pero puede llegar a vivir miles de años. Ahora, una investigadora ha identificado tres ejemplares que son como mínimo tan viejos como el Imperio Romano: tienen al menos 2.000 años, pero las estimaciones más optimistas elevan esta edad hasta los 7.000.

Así logra una planta vivir durante milenios

El estudio ha sido dirigido por Giada Centenaro de Agrotecnio, un centro de investigación ligado a la Universidad de Lleida (España), y se ha publicado en la revista American Journal of Botany. En él se describen tres ejemplares de sauce enano, un tipo de planta común en ambientes de montaña y de tundra del hemisferio norte, que han vivido durante milenios. La peculiaridad de esta especie es que es una planta clonal, es decir, se reproduce creando clones idénticos de sí misma, lo cual le permite perpetuarse indefinidamente y extenderse por amplias distancias, a menos que factores externos la maten.

Estos clones se consideran a efectos prácticos el mismo ser vivo, al ser copias exactas y no contar con la individualidad que sí tienen los animales; es por eso que se puede hablar de plantas milenarias. Sin embargo, estimar su edad es complicado ya que no se pueden aplicar los métodos convencionales de datación, como el conteo de anillos. En lugar de esto se usa un método indirecto que tiene en cuenta su tasa de crecimiento vegetativo horizontal: las plantas clonales aumentan su tamaño con cada ciclo reproductivo; si se conoce la tasa promedio de crecimiento se puede estimar su edad, aunque con un amplio margen de error.

Esto explica la horquilla de cinco milenios que baraja la estimación de estos tres ejemplares: la previsión más conservadora les atribuye 2.000 años de antigüedad y la más optimista eleva la edad hasta los 7.000 años. Además, hay factores externos que no se pueden saber, como la posibilidad de que las plantas se vieran dañadas por un animal, una piedra o los efectos del clima.

Plantas que se enfrentan al cambio climático

Un aspecto de especial interés que señala el estudio es la resistencia que estas plantas demuestran a los cambios climáticos. Si estos ejemplares han vivido al menos 2.000 años, han soportado variaciones del clima significativas, desde sequías hasta el actual calentamiento del planeta, pasando por la Pequeña Edad del Hielo que azotó Europa entre los siglos XIV y XIX. Pero eso no significa que sean inextinguibles.

“Por tratarse de una planta que solo crece en zonas árticas o montañosas donde haya nieve casi todo el año, está gravemente amenazada por el cambio climático”, señalan los investigadores sobre el sauce enano. “La prolongada edad y el enorme tamaño de los ejemplares estudiados aporta algunas claves sobre cómo esta especie vulnerable al cambio climático se ha adaptado hasta hoy, pero todavía no se ha resuelto la incógnita sobre qué pasará con ella en un escenario climático más extremo.”

Los ambientes alpinos se encuentran entre los más vulnerables, ya que son ecosistemas notablemente verticales cuyas especies se han adaptado a vivir en un rango de altura y temperatura determinados. El cambio climático provoca un retroceso de los ecosistemas de alta montaña hacia cotas cada vez más elevadas, donde tienen menos superficie para desarrollarse, poniendo en peligro la supervivencia de especies adaptadas a vivir en unas condiciones climáticas muy específicas.

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