Carlos Alcaraz vuelve a las andadas tras la euforia desatada con la conquista de su primer Grand Slam, la escalada hasta el primer puesto de la clasificación mundial y el posterior éxito que clasificó a la selección española para la fase final de la Copa Davis. Ahora, el murciano buscará firmar una gran recta final de temporada que le permita afianzar su número uno hasta el comienzo del curso 2023, y lo hará empezando por el ATP 500 de Astaná.

El número uno más joven de la historia debutará en dieciseisavos del abierto de Nur-Sultán este martes, iniciando su camino hacia el título ante el belga David Goffin. El español ya se midió al actual número 66 del circuito el pasado año en Melbourne, logrando una victoria solvente por doble 6-3.

Una vez superada esta primera prueba, el pupilo de Juan Carlos Ferrero avanzaría por un cuadro en el que se mediría a Adrian Mannarino en octavos de final, y que le depararía un hipotético encuentro de cuartos de final contra el ruso Andrey Rublev.

A partir de entonces, dos son los nombres de los favoritos para medirse en las semifinales al español, Stefanos Tsitsipas y Hubert Hurckacz, dos rivales a los que ya ha superado en anteriores certámenes.

En caso de llegar a la final, las probabilidades apuntan a un choque de altos vuelos ante cualquiera de los dos candidatos más fuertes del otro lado del cuadro, Daniil Medvedev o Novak Djokovic. Pese a que ambos llegan con el cartel de exnúmeros uno, es el serbio el más peligroso (por sus últimas actuaciones) de los dos candidatos, aunque no se debe subestimar el potencial del ruso en la superficie dura, su favorita.

Alcaraz solo se ha visto en una ocasión con el serbio, en la ronda de semifinales del Mutua Madrid Open, un partido de una dureza extrema que se llevó el jugador local por 6-7(5)/7-5/7-6 (5). Por contra, el único partido disputado ante Medvedev fue el que les enfrentó en la ronda de 64 en el torneo de Wimbledon de 2021, partido que se anotó el ruso con un resultado de 6-4/6-1/6-2.

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