La nacionalización del base Lorenzo Brown y el anuncio a bombo y platilla de su ‘fichaje’ por parte de la Federación Española de Baloncesto (FEB) ha creado bastante polémica generalizada y el descontento de varios pesos pesados de la generación de oro de la canasta española.

El último jugador en pronunciarse ha sido Rudy Fernández, el capitán del combinado nacional. «No me parece bien. Ya se lo he dicho al presidente de la Federación, Jorge Garbajosa, y como capitán tenía que dar mi opinión», declaró el jugador del Real Madrid. «Me enteré por la prensa de que habían nacionalizado a ese jugador, que no tenía ningún vínculo con el país, y él me lo explicó».

El capitán de ‘La Familia’ no se ha quedado callado y ha mostrado su descontento por una decisión que parte del seleccionador Sergio Scariolo que fue respaldada por la FEB en sí misma y el Consejo Superior de Deportes (CSD).

El desconocimiento absoluto de Lorenzo Brown por parte de los miembros de la selección española ha sido uno de los puntos determinantes para el recelo, al contrario de lo que pasó con Serge Ibaka y Nikola Mirotic cuando llegaron también en condición de nacionalizados.

«Yo tenía la referencia de haber jugado con Nikola Mirotic y con Serge Ibaka. Son jugadores extranjeros, pero se han formado en una cantera de España desde muy pequeños y en ese sentido tenían una vinculación especial con nuestro país», diferenció Rudy.

El caso es que Lorenzo Brown, nuevo base de Maccabi de Tel Aviv con experiencia en la NBA, jugará el Eurobasket con España y dejará fuera a otro jugador seleccionable de los que además han participado en las ventanas FIBA cuando los jugadores NBA no pueden formar parte de la selección. Una decisión que no ha gustado a sus futuros compañeros.

Otro que también alzó recientemente la voz fue Pau Gasol, que pese a estar retirado tampoco ha entendido el movimiento de la FEB. «No sé si tiene familiares en algún lugar de España», comentó el mejor jugador de la historia del baloncesto español.

La Asociación de Jugadores (ABP) también puso el grito en el cielo, hasta el punto de emitir un comunicado en el que criticaba la nacionalización del base estadounidense. «Con la obtención de la nacionalidad española exprés de un jugador sin ningún arraigo en España, el mensaje que se hace llegar a los jugadores nacionales es muy nocivo y tiene un impacto negativo tanto sobre el presente como sobre el futuro», decía el texto.

«Este tipo de acciones, lejos de ayudar, dinamitan las expectativas de los jugadores, alejan al aficionado y eliminan el mérito deportivo que permite soñar con jugar en la Selección Nacional», apuntaba el comunicado. «Nos resistimos a que se condene de esta manera el futuro de muchos jugadores que aspiran a poder jugar en la Selección».

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