La erupción del volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha’apai en enero de 2022 fue uno de los eventos volcánicos más explosivos de la Era Moderna, según ha confirmado un nuevo estudio. Sin duda, se sitúa entre las explosiones más poderosas jamás observadas y desencadenó ondas de gravedad atmosférica que alcanzaron el borde del espacio, reverberaron alrededor de la Tierra y llegaron hasta los 100 kilómetros en la ionósfera.

Los datos han sido confirmados por una investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de Bath y publicado recientemente en la revista Nature bajo el título Surface-to-space atmospheric waves from Hunga Tonga-Hunga Ha’apai eruption. El estudio combina una gran cantidad de datos satelitales con observaciones a nivel del suelo para mostrar que la erupción fue única en la ciencia observada, tanto en su magnitud como en su velocidad, y en cuanto a las ondas atmosféricas que le sucedieron.

Hunga Tonga-Hunga Ha’apai, la explosión del siglo

Tras una serie de eventos más pequeños que comenzaron en diciembre de 2021, Hunga Tonga entró en erupción el 15 de enero de este año, produciendo una columna vertical de humo, vapor de agua y cenizas que se extendió más de 50 kilómetros sobre la superficie de la Tierra. El calor liberado por el agua y las cenizas calientes en el penacho siguieron siendo la mayor fuente de ondas de gravedad en la Tierra durante las siguientes 12 horas. La erupción, además, también provocó ondas en nuestra atmósfera que reverberaron alrededor del planeta al menos seis veces y alcanzaron cerca de sus velocidades máximas teóricas, las más rápidas jamás observadas dentro de nuestra atmósfera, las cuales alcanzaron los 320 metros por segundo.

El hecho de que un solo evento dominara una región tan grande es descrito por los autores como único en el registro de observación, y según los mismos ayudará a los científicos a mejorar los futuros modelos climáticos y meteorológicos atmosféricos. «Esta fue una explosión realmente enorme, y verdaderamente única en términos de lo que ha observado la ciencia hasta la fecha. Nunca antes habíamos visto ondas atmosféricas dando la vuelta al mundo entero, o a esta velocidad, viajaban muy cerca del límite teórico», declara el autor principal del artículo, el doctor Corwin Wright, investigador de la Royal Society con sede en el Centro de Ciencias Espaciales, Atmosféricas y Oceánicas de la Universidad de Bath.

“Nuestro estudio muestra muy bien cómo esta sorprendente exhibición de ondas globales fue impulsada por las enormes cantidades de agua de mar vaporizada durante la erupción», añade por su parte el coautor del estudio, el doctor Scott Osprey, del Centro Nacional de Ciencias Atmosféricas, con sede en el Departamento de Física de la Universidad de Oxford, y quien aún creé que algunos de los impactos globales del la erupción del Hunga Tonga están aún por manifestarse. «Mi intuición es que, en el medio plazo, seguiremos hablando sobre esta erupción. A medida que la cantidad excepcional de vapor de agua generada por esta se esparce por la estratosfera, los ojos se volverán hacia el agujero de ozono antártico y cuán severo será en la primavera”.

Los investigadores en la actualidad están enfocados en trabajar con colegas otros centros especializados en el pronóstico del tiempo y el clima para ver cómo la información recopilada de la erupción se puede emplear para hacer mejores predicciones en el futuro.

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