Los Juegos de París 2024, desde el 26 de julio hasta el 11 de agosto, inician su cuenta regresiva con la llegada -durante este miércoles- de la llama olímpica a la ciudad de Marsella, donde se desplegó un importante dispositivo de seguridad. Las autoridades francesas esperan la presencia de unas 150.000 personas en el puerto marsellés para recibir el fuego olímpico, que llegará sobre las 19.45 locales, a bordo del velero Belem, que partió desde Grecia el 27 de abril, unos días después de haber sido encendido en los restos de Olimpia, sede de los Juegos de la antigüedad, como manda la tradición.

Durante esta mañana, el velero Belem navegaba frente a las costas de Francia, rumbo al puerto de Marsella. Bajo un sol radiante en los últimos días, la ciudad mediterránea está en efervescencia ante un acontecimiento que la convertirá en el “centro del mundo”. Desde hace días, decenas de operarios trabajaron a contrarreloj para que esté todo preparado: la escena, la iluminación, la sonorización, pero también el sector en forma de pista de atletismo al que se amarrará el Belem, un velero construido en 1896, año de los primeros Juegos modernos, a bordo del cual estará Florent Manadou, el excampeón olímpico de natación que será el primer portador de la llama en suelo francés.

Según la agencia AFP, una veintena de agentes de mantenimiento limpiaron también los 36.000 m2 del puerto, con la ayuda de hidrolimpiadoras. Todo debe brillar para la ocasión. Nada se deja a la improvisación y mucho menos la seguridad, cuyo dispositivo contará con unos 6000 miembros de las fuerzas de seguridad, otros 2500 de bomberos y emergencias, aviones de combate Rafale y hasta un sistema antidrones.

Agentes antiexplosivos, ayudados por 80 perros entrenados, inspeccionaron también los 3000 barcos amarrados en el puerto de Marsella. “Los propietarios (de las embarcaciones) nos han facilitado la labor abriendo sus barcos, con una excelente acogida”, explicó el comandante Michel-Ange Domingo, jefe del centro de artificieros de Marsella.

Los hoteles de la ciudad están también preparados ya para recibir a los visitantes: “Todos los establecimientos del puerto están completos”, indicó el vicepresidente del gremio de hostelería, Nicolas Guyot. ”Este miércoles por la noche, Marsella será el centro del mundo”, lanzó, orgulloso, utilizando la misma frase que pronunció el alcalde Benoît Payan y que sirvió de portada de La Provence, uno de los principales diarios de la región. Pero un evento como este no genera unanimidad en la ciudad. Cinco ediles ecologistas de la mayoría de izquierdas en el Ayuntamiento de Marsella publicaron una columna en el diario Libération para denunciar la “tergiversación del ideal olímpico” y la “operación de ‘greenwashing’ (blanqueamiento) llevada a cabo por Coca-Cola”, uno de los principales patrocinadores del Comité Olímpico Internacional (COI).

LA LLAMA OLÍMPICA RUMBO A #PARIS2024 🔥⛴️

Francia está por vivir un momento histórico: ¡la llegada de la Llama Olímpica a Marsella! 🇫🇷

Hoy, el mítico barco Belem atracará en territorio francés para comenzar el relevo camino a @paris2024. 🔵🟡⚫️🟢🔴#RoadToParis2024 pic.twitter.com/qDbtVOgjlW

— Los Juegos Olímpicos (@juegosolimpicos) May 8, 2024

Con motivo de los festejos del 1 de mayo, miembros de colectivos de la extrema izquierda, contrarios a los Juegos, quemaron unos aros olímpicos hechos para la ocasión. Protestas que, por el momento, son minoritarias y sin gran repercusión. Los organizadores de París 2024 esperan, pese a todo, que la llegada de la llama a Marsella, a 79 días de la ceremonia de inauguración en el Sena, sirva para aumentar el entusiasmo de los franceses por un evento “espectacular” e “icónico”, según han prometido sus promotores.

”Es algo por lo que llevamos mucho tiempo esperando. Cien años después de los últimos Juegos. Los Juegos vuelven a casa”, aseguró el lunes el jefe del comité organizador Tony Estanguet. Tras llegar a Marsella, la llama comenzará el jueves un periplo que debe conducirla a París, a través de todo el territorio galo, incluidas las Antillas y la Polinesia francesa. Este largo “relevo de la llama”, que pasará por lugares emblemáticos como el viaducto de Millau, los castillos del Loira, las playas del Desembarco o el monte Saint-Michel, empezará de madrugada en la basílica de Notre-Dame de la Garde, donde se encuentra la imagen de la Virgen dorada que domina toda la ciudad.

Este jueves por la noche, el fuego olímpico ‘descansará’ en un pebetero ubicado delante del Estadio del Velódromo, otro de los emblemas de la ciudad, cuyos hinchas recibirán a la llama con las pancartas que suelen colgar en el estadio para animar al club de sus amores.

 

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