Solo algunos son aquellos que cuestionan la amnistía política de la Ley para la Reconstrucción del Estado Constitucional de Derecho y para que los Hechos no se repitan, aprobada por este Congreso Nacional del Pueblo, misma que fue impulsada para reconocer la labor social y de lucha en contra del quiebre del orden constitucional y por el respeto a la democracia en el Golpe de Estado.

El 28 de junio del 2009 evidentemente constituye un antes y después en la vida política y social de Honduras, por tal motivo el pleno de diputados, en su mayoría, considero oportuno y necesario condenar, repudiar y dejar una postura clara en contra del Golpe de Estado, y no olvidándose de cientos de víctimas que no aceptaron el golpe.

Fueron muchos los que de una disfrazada acción judicial, fueron criminalizados por protestar en las calles, en las oficinas, frente a una cámara o fueron perseguidos por sus pensamientos, estudiantes, jóvenes, maestros, defensores ambientalistas, campesinos, artistas, entre otros.

Cualquier acción judicial en contra de estos defensores de la constitución tras el Golpe de Estado, fue realizado por un Sistema Judicial altamente politizado, influenciado y monopolizado; convirtiéndose en el primer obstáculo en la lucha contra la corrupción y la impunidad que se ha legalizado.

La amnistía es un instrumento, una herramienta y un acto de justicia para los presos políticos y los criminalizados por la protesta– concuerdan diputados que votaron a favor de la amnistía en el Congreso Nacional.

Desde la Casa del pueblo, diputados hacen un llamado para que la amnistía sea aplicada correctamente desde el Ministerio Publico y el Poder Judicial.

“Considero que la amnistía bien aplicada es un instrumento importante y necesario en estos momentos”, declaró el diputado Mario Segura.

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