copaafrica-kkJG--620x349@abc.jpgDos penaltis, una roja directa, hasta tres finales de partido, dos de ellos mal pitados, y el descuento disputado con tres cuartos de hora de retraso y con solo un equipo en el campo. Esa fue la carta de presentación del árbitro zambiano Janny Sikazwe, que dirigió ayer el Túnez – Mali (0-1) de la primera jornada del grupo F de la Copa África. Más de 24 horas después, la organización ha dado con el problema: Sikazwe sufrió un golpe de calor durante el partido, una condición que le hizo errar en su toma de decisiones y que le llevó directo al hospital tras el duelo. Essam Abdelfatah, jefe de la asociación de árbitros de Egipcio, fue el que aclaró la situación en un programa de radio esta tarde, alegando que había sido «un golpe de calor y deshidratación» el causante del la situación. «El partido fue a las dos y media del mediodía y allí (Camerún, sede del torneo) hace muchísimo calor y humedad», aclaró el norafricano. Sikazwe, sin previo aviso, pitó el final del partido en el minuto 85 y lo reanudó ante las protestas de los tunecinos. A los pocos segundos sacó una roja directa para luego decretar de nuevo el final solo cuatro minutos después, en el 89. Sin descuento en un partido con muchas interferencias y en el que se habían realizado nueve cambios en la segunda mitad. Como explicó Abdelfatah a los medios, al tiempo añadido, que finalmente se jugó pero sin Túnez sobre el terreno de juego y con casi tres cuartos de hora de retraso, no salió el colegiado pues este ya estaba de camino al hospital. «Por esto se armó el jaleo. Los jugadores salieron y volvieron a entrar en el campo con la esperanza de continuar, pero al final tuvieron que llevar al árbitro al hospital, según un informe médico que salió posteriormente», explicó el egipcio.

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