Un buque portacontenedores de Maersk ha sido equipado con un sistema de energía térmica que convierte el calor en energía limpia.
De esta manera, el portacontenedores aprovechará el calor residual para aumentar la eficiencia energética, capaz de producir 150 kw en una sola nave y reducir las emisiones anuales hasta 3.500 toneladas. Así mismo, se espera reducir la emisión de CO2 a un 60% para el 2030.
El sistema recupera el calor residual en forma de agua de enfriamiento de la camisa y el exceso de vapor del motor principal de la nave. Además, el sistema proporciona información diaria, lo que facilita su supervisión y garantiza su rendimiento.
Esta energía libre de carbono reduce la salida eléctrica requerida de los generadores del barco, lo que ahorra combustible.
