• Los vacunados coinciden en que se sienten más seguros y protegidos, pero también seguirán con medidas de bioseguridad.

• Agradecen a las autoridades del Gobierno por la aplicación del fármaco.
 
 
Tegucigalpa, 22 de mayo. Más de 1.800 adultos mayores de 75 años se vacunaron este sábado en los centros de autoservicio del Polideportivo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH) y el Campo de Parada Marte de la capital.

Desde la colonia Betania de Comayagüela, uno de los primeros en ingresar al Campo de Parada Marte en su vehículo pick up, junto a su esposa y una vecina, fue don Santos Hipólito Flores de 82 años, quien manifestó que “me siento muy  agradecido con Dios y con las autoridades de Salud porque nos han aplicado la vacuna”.

“A todas las personas que tienen miedo a vacunarse, les digo que vengan, que esto es para la seguridad de nuestra salud”, apuntó.

Mientras, doña Mariana López, de 84 años, dijo que “esta vacuna la esperaba con ansiedad. Hoy, ya me siento más segura. Le doy gracias a Dios y al Gobierno por la lucha que está haciendo para que seamos vacunados”.

Don Pedro Heriberto Castro Salinas expresó que “me siento contento y seguro. No le tengan miedo a la vacuna. Vengan a vacunarse todos porque es por nuestro bien”.

Seguridad  y medida de bioseguridad
Uno de los primeros en ser vacunados en el Polideportivo de la UNAH fue don Alejandro Ramírez Portillo, de 91 años, quien afirmó que “me siento contento. Tengo fe y seguridad, y es una gran cosa para nosotros”.

De igual modo, su hijo Julio César Ramírez Lagos subrayó que “me siento contento. Esto es lo que esperamos todos. No vamos a abandonar nuestras medidas de bioseguridad a pesar de que ya nos vacunaron”.  

Otras capitalinas que acudieron a primera hora de la mañana a vacunarse fueron las hermanas Gladys y Ruth Archila. Doña Gladys puntualizó que “me siento mucho más tranquila y segura, pero no vamos a dejar de usar nuestra mascarilla como protección, al igual que mantener el distanciamiento social y el lavado de manos”.

Doña Ruth Archila, de 83 años, manifestó que “me siento macanuda ya con mi vacuna, pero no abandonaré mis medidas de bioseguridad para reforzar mi protección”.
 

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