Sergio Ramos, a día de hoy, no tiene equipo para la temporada que viene. Sus negociaciones con el Real Madrid están en punto muerto y en menos de dos meses será futbolista libre para irse donde quiera.

Opciones no le faltan, aunque no son tantas como a él le gustaría. Su alta ficha, su edad y sus pretensiones de futuro chocan frontalmente con su estado de forma, dado que en los pocos partidos en los que ha participado en este 2021 ha distado mucho de su habitual altísimo nivel. Prueba de ello es su actuación en el partido contra el Chelsea de Champions, en el que apareció en la foto de los dos goles recibidos y no precisamente para bien.

Sus agentes, con su hermano René a la cabeza, están moviéndose para conseguirle un contrato a Ramos, bien en el Real Madrid, bien en otro equipo, y por eso cualquier gesto que hace se lee bajo ese prisma. El último ejemplo: los aplausos que le dedicó a Neymar tras la renovación con el PSG.

El sueño de Nasser Al-Khelaifi de crear un nuevo equipo de galácticos en Francia puede estar más cerca de lo que parece si mueve bien sus piezas. Después de conseguir que Neymar renueve cuatro temporadas, su próximo gran objetivo es hacerse con los servicios del mismísimo Leo Messi, que está en la misma situación que Sergio Ramos. El argentino también acaba contrato el 30 de junio, aunque en su caso sí hay mejor sintonía con el presidente Joan Laporta.

La posibilidad de trasladarse a París, una ciudad que para su familia, con Pilar Rubio a la cabeza, puede ser beneficiosa, gana enteros si además el proyecto deportivo es atractivo.

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