Un hombre resultó muerto horas después de tener como rehén a una policía femenina en el interior de una oficina administrativa ubicada en las instalaciones donde funciona la Dirección Nacional de Vialidad y trasporte de la Policía Nacional.
El individuo se apersonó a la oficina principal a fin de realizar algún trámite administrativo personal.
Una vez en el interior del inmueble el ciudadano se dirigió e ingresó por la fuerza a la Oficina de Infracciones de la DTVT con un cuchillo en mano y tomó como rehén a una mujer policía.
De inmediato se activaron todos los mecanismos de control y evacuación del personal civil y policial presente en el lugar para evitar una tragedia de mayores magnitudes.
En el acto, varios oficiales de la Policía Nacional expertos en este tipo de amenazas, iniciaron una negociación con el imputado para que éste desistiera de su acción y dejara en libertad a la agente policial sana y salva.
Tras una hora del proceso de negociación el sujeto de manera sorpresiva hirió a la fémina provocándole lesiones en su pierna izquierda y a la altura de su brazo derecho.
Sus compañeros dispararon contra el ciudadano que murió de manera inmediata.
Testigos oculares del atentado criminal manifestaron que el individuo durante la acción criminal vociferaba frases religiosas que el acto que cometería en contra de la joven policía “obedecía a un mandato divino”.
Tras el hecho, de inmediato la fémina de nombre Dazari Calix Amaya quien fue a un centro asistencial para su pronta atención médica y sicológica.
En las primeras indagaciones agentes de investigación e inteligencia de la Policía Nacional han descartado todo tipo de parentesco entre la funcionaria policial y el occiso por lo que se descarta que el atentado criminal haya sido originado por otras causas.
En la busqueda de documentacion para identificarlo se encontro que portaba una extraña carta donde calificaba de corruptos a los policias y tenía algunos mensajes bíblicos.
