Elon Musk sigue en problemas. Más concretamente su empresa Tesla, que está siendo investigada por el FBI para saber si la compañía ha engañado a sus inversores con falsas expectativas en la producción de su nuevo buque insignia, el Model 3.

Si hace unas semanas Elon Musk llegaba a un acuerdo con la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos que conllevaban el pago de 20 millones de dólares de multa y su salida de la presidencia de la compañía, ahora la cosa va más allá, ahora los problemas se agravan para Tesla. Y es que el FBI está investigando la declaración de producción de Tesla, y en concreto de su Model 3, al considerar que la compañía había anunciado plazos de producción poco realistas para así atraer a más inversores, según ha informado The Wall Street Journal.

En concreto, Musk anunció en 2017 que la compañía produciría 5.000 unidades semanales del Model 3 para diciembre de 2017 y 10.000 a la semana a finales de 2018. Al final, Tesla sólo pudo llegar a una producción semanal de 2.425 vehículos durante el último trimestre de 2017.

En ese periodo, la compañía rebajó sus expectativas un poco, al no haber llegado a sus objetivos de producción, pero seguía siendo insuficiente. Hay que recordar que en noviembre de 2017 Musk indicó que se esperaba la fabricación de 5.000 vehículos a la semana a partir de marzo de 2018, pero llegado el momento, no se había producido ese objetivo, aunque finalmente llegó, tres meses después.

De acuerdo con el diario estadounidense, algunos empleados de Tesla han recibido notificaciones para poder declarar sobre el caso, aunque la compañía ha informado que desconocen que exista una investigación formal sobre esto, aunque admitieron que ofrecieron, a principios de año, documentación sobre su guía pública para el aumento de producción del Model 3 al departamento de Justicia de Estados Unidos.

Asimismo, Tesla ha negado su intención de engañar a los inversores anunciando este tipo de objetivos de producción.

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