Ferrari tiene reservadas dos jornadas de pruebas en su pista privada de Fiorano, este jueves y viernes. Durante los ensayos, esta previsto utilizar un monoplaza antiguo y el actual SF-24, el primero para efectuar un test con los nuevos guardabarros de lluvia propuestos por la FIA para reducir el spray en carreras en mojado y el segundo para poner a prueba el paquete de mejoras que la Scuderia tiene previsto introducir en Imola, en el GP de Emilia Romagna, la próxima semana.
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Este jueves el primero en salir a pista en Fiorano ha sido el piloto reserva de Ferrari, Oliver Bearman, al que vimos sustituir con éxito a Carlos Sainz en el GP de Arabia cuando el español tuvo que ser operado de urgencia de apendicitis. El piloto británico y posteriomente Arhur Leclerc, han motado la última versión de los guardabarros de agua que propuso la FIA tras el GP de Japón 2022 para mejorar la visibilidad en condiciones extremas. No sabemos si funcionarán, pero su aspecto es impactante, por no decir horrible.
La primera versión de este proyecto, denominado Wet Weather Package, se probó el año pasado en Silverstone, con una comparación entre un Mercedes con el equipamiento propuesto y un McLaren que no lo portaba. Pero no obtuvieron buenos resultados. El objetivo de la FIA es llegar a 2026 con una solución, cuando entre en vigor la nueva reglamentación de motores.
Esta mañana, junto a los dos monoplazas con los apéndices aerodinámicos de lluvia, Charles Leclerc y Carlos Sainz han dado las primeras vueltas con el coche de este año equipado con las actualizaciones para Imola, con el que cada uno disponen de 100 km para completar en el filming day permitido por la FIA a los equipos, que no llegaron a utilizar en pretemporada.
