Una de las mayores alegrías del Barça en Balaídos tuvo lugar la noche del miércoles 3 de mayo de 2006, cuando el equipo de Frank Rijkaard cantó el anhelado alirón en feudo vigués… ¡en el descanso! ¿Por qué se dio esa circunstancia? Porque el Barça jugó una hora más tarde que el segundo clasificado, el Valencia, que además perdió en Son Moix (2-1), viéndose favorecido por el factor tiempo y la derrota de su inmediato perseguidor.
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Los jugadores azulgranas, que venían de ganar 1-0 al Cádiz el 29 de abril (gol de Ronaldinho), sumaron 79 puntos por 68 el Valencia. En la siguiente jornada, el FC Barcelona (que tenía un partido menos, el suspendido el 23 de abril contra el Sevilla en el Pizjuán por una tromba de agua y granizo) jugaba en Vigo a las 21 horas y el Valencia lo hacía en Mallorca a las 20 horas.
Alirón inédito
El Barça, en su tercer asalto al título (pudo ser campeón en Sevilla –no llegó a jugarse el partido– y contra el Cádiz, aunque no dependiendo de sí mismo) fue campeón a las 21.52 horas, durante el intermedio. Fue en ese momento cuando terminó el Mallorca-Valencia con victoria local (2-1), un resultado que combinado con el momentáneo 0-0 en Balaídos, dio la Liga 2006-07 al equipo azulgrana matemáticamente.
Los jugadores de Rijkaard saltaron al campo como campeones y completaron la segunda mitad con un gol, obra de Samuel Eto’o en el minuto 55, para coronarse con una victoria y con todos los honores. El triunfo, independientemente de lo que hiciera el Valencia en Mallorca, servía al Barça para dar carpetazo a la Liga. No dependía de nadie.
El Barça celebró el título en la siguiente jornada, la penúltima, contra el Espanyol (2-0) en el Camp Nou. Hubo parlamentos de Rijkaard, el capitán Puyol y Gabri y Larsson, que no seguirían en el equipo la próxima temporada. Al día siguiente tuvo lugar la rúa de los campeones, que congregó a 1.200.000 personas en las calles de Barcelona. Fue la 18ª Liga del Barça. Dos semanas después, el miércoles 17 de mayo, llegaría la anhelada Champions League, la segunda del palmarés, conquistada en el Stade de France contra el Arsenal (2-1).
