Las lluvias de principios de mayo en Cataluña han apaciguado la tensión de sus reservas hídricas, y por ello la Comisión Interdepartamental de Sequía ha acordado levantar el escenario de emergencia en el ámbito del Ter-Llobregat -del que beben ciudades como Barcelona o Girona-, que fue declarado a finales de enero de 2024. 

Si bien la situación del agua en este embalse sigue sin ser ideal, con un nivel de reservas al 25,4%, la tendencia con respecto a las cifras de marzo (15%) es positiva, por lo que, tal y como ha declarado el consejero de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, David Mascort, la vuelta al escenario de excepcionalidad permitirá «tener más margen de maniobra para seguir ahorrando agua sin aplicar las medidas más restrictivas». 

Así, la propuesta se llevará a cabo una vez se incluya en el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña, una acción prevista para el próximo lunes 13 de mayo. A partir de la fecha, la flexibilización de las medidas beneficiará a aproximadamente 6 millones de habitantes, con especial atención a las necesidades de los trabajadores del campo y la protección del medio ambiente. 

¿Cuáles son las medidas de excepcionalidad? Lo que se puede y no se puede hacer

En el comunicado oficial de la Agencia Catalana del Agua (ACA), el consejero ha aprovechado para subrayar los esfuerzos de la sociedad y de la industria agrícola, que, junto a los fenómenos meteorológicos favorables -como el deshielo de primavera y el aumento de las precipitaciones entre abril y mayo-, son los responsables de que el ámbito del Ter-Llobregat haya rebajado su clasificación en el semáforo de la sequía, de rojo a naranja.

En este, cada color lleva asociadas unas medidas concretas que deben ser incluidas en los planes de ahorro de cada municipio afectado. En el caso de la fase de excepcionalidad, el lunes comenzarán a aplicarse las siguientes.

Para los habitantes, el límite de consumo diario será de 230 litros, frente a los 200 permitidos en el escenario de emergencia.Para usos recreativos, se reduce el consumo de agua al 15% en ámbitos urbanos y al 50% en riego.Para los usuarios industriales, se reduce el consumo de agua al 15%, frente al 25% de reducción en la fase de emergencia.Para los usuarios del sector agrícola, se reduce el consumo en un 40%, frente al 80% en el escenario de emergencia. Además, para usos ganaderos esta reducción será del 30% y se presenta la posibilidad de flexibilizar esta medida si se presenta un Plan de ahorro en la Agencia Catalana del Agua.

Por otro lado, el escenario de excepcionalidad implica algunas prohibiciones:

El uso de agua para regar jardines o zonas verdes públicas o privadas, excepto en el caso del riego de supervivencia de árboles y plantas, que se llevará a cabo gota a gota o con regadera).El riego de césped, excepto en el caso de los campos dedicados a la práctica de deportes federados.La limpieza de zonas urbanas (calles, alcantarillado, fechadas) con agua potable.

la sequía en cataluña con el verano a la vuelta de la esquina

A finales de enero de 2024, Cataluña vivía la sequía más dura desde que existen registros, lo que obligó a la Agencia Catalana del Agua a establecer en marzo el escenario de emergencia en el sistema de embalses del Ter-Llobregat, de la cual se nutren 202 municipios.

Ahora, aproximadamente dos meses más tarde, la situación presenta mejoras, pero la Comisión Interdepartamental de Sequía insiste en no bajar la guardia, más aún teniendo en cuenta que se acerca una época de gran consumo de agua: en verano, el gasto en piscinas, duchas públicas y riego es mayor que en otras estaciones, debido no solo al uso de los habitantes sino también a la afluencia del turismo en Cataluña.

Ante esta circunstancia, que está ya a la vuelta de la esquina, la ACA ha establecido medidas concretas:

Queda prohibido el llenado de piscinas de uso personal o familiar.Solo se permite el llenado parcial o primer llenado de piscinas públicas o privadas que cuenten con un sistema de recirculación de agua.Solo se permite la limpieza de vehículos en locales.

Además, como novedad, en 2024 el Plan Especial de Sequía ha igualado el tope de consumo entre habitantes de la comunidad autónoma y turistas. Con esto, y con la evidencia de que «en mayo del 2023, el 65% del agua que consumíamos era de los embalses, y ahora representa solo el 50%”, declara el consejero de la CIS, Cataluña se prepara, con un plan sólido, para enfrentar la sequía en un verano que amenaza con superar el récord del anterior.

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