Los delincuentes roban todo aquello que puedan cargar encima. A plena luz del día, a tres cuadras de la Municipalidad de Merlo, dos asaltantes ingresaron armados en una fiambrería y le apuntaron a la cabeza a la empleada del comercio. A punta de pistola, le exigieron que entregara la recaudación del día y su celular. Ambos ladrones actuaron en forma coordinada. Primero ingresó uno de ellos, sacó su arma y pasó del otro lado del mostrador. Allí se apoderó del dinero y del celular de la empleada.
Treinta segundos después, ingresó el segundo asaltante que comenzó a meter en una bolsa toda la mercadería que podía llevar. En el mostrador, la empleada tenía apiladas cuatro hormas de queso cremoso. Mientras le mostraba el arma que tenía en la cintura, el ladrón exigió a la mujer que le entregara una de las hormas de queso.
Después de dos minutos, durante los que nunca dejaron de amenazar a la empleada, los delincuentes abandonaron el comercio y huyeron por la avenida del Libertador, la misma por la que habían llegado. Fue el primer robo ocurrido en el almacén, que había comenzado a funcionar hace menos de un mes.
A pesar de que ambos asaltantes fueron grabados por las cámaras de seguridad de los otros locales de la zona y del almacén en el que cometieron el robo, hasta el momento no habían sido identificados ni apresados por la policía.
