Laia Sanz, Marta Corredera y Lydia Valentín: Mujeres en un mundo de hombres

“Pero, sobre todo, que no te gane la niña”. A Laia Sanz nadie le tiene que explicar lo que es ser una mujer en un mundo de hombres. Esta frase la escuchó cuando era una cría y la ha acompañado hasta hoy. En la mesa redonda ‘Obrint camí en els esports masculinitzats’ (Abriendo camino en los deportes masculinizados), organizada por el Ajuntament de Terrassa, la piloto expuso las dificultades vividas en el mundo del motor junto a la campeona de halterofilia Lydia Valentín y la ex futbolista Marta Corredera.

“¡Ay, que se nos va a convertir en un hombre!”, le dijeron a Lydia sus padres cuando les anunció que quería dedicarse a la halterofilia. Lo explicó la atleta con una sonrisa y, a la par, radiografiando la realidad. Los estereotipos y los prejuicios marcan las carreras de las deportistas que optan por una disciplina ‘sólo para hombres’.

A Marta Corredera nadie le tiene que explicar lo que “es ser mujer y jugar a fútbol, el deporte rey, el que lo acapara todo en versión masculina. Estamos avanzando pero aún nos queda mucho por hacer. En los últimos años, por ejemplo, el Barça Femení ha dado mil vueltas al primer equipo de hombres. Pero ellos vencen al PSG y parece que hayan ganado ya una Champions cuando ellas llevan dos en los últimos años”.

Bicho raro. Las tres coincidieron en describir así cómo se sintieron cuando eran niñas y decidieron ser lo que son. En su ámbito familiar “siempre tuvimos apoyo -reconoce Laia- pero cuando saltas al mundo exterior, las cosas cambian”. Y llega la realidad. La que te recoloca. La que, como a Lydia y tras ganar una medalla olímpica, lo más trascendente es recalcar que “me maquillo para competir, es increíble”.

Marta Corredera y Laia Sanz asienten y elevan la mirada al cielo. La ex futbolista tiene muy claro que “nos cuesta mucho más que a ellos que se nos reconozca. Y si hablamos de solidaridad por su parte, es “cero, así lo digo. No se dan cuenta, pero son unos privilegiados y jamás hemos sentido su apoyo”. Ellas lo merecen todo. Porque se lo han ganado.