En Florida, hay una ciudad que llama la atención por su creciente comunidad de habla hispana. Se trata de Hialeah, ubicada en el condado de Miami-Dade. Casi un 96% de sus habitantes se identifican como latinos, por lo que prácticamente solo se habla español, de acuerdo con la Oficina del Censo norteamericana. Sin embargo, sus funcionarios han expresado en los últimos meses su preocupación ante la crisis migratoria que afrontan.

Ubicada en el sur del estado, esta comunidad está conformada por personas de herencia hispana, con el 75% de sus residentes de origen cubano, según BBC. Es por eso que es conocida como “la ciudad menos diversa” de Estados Unidos. Ese prestigioso medio destaca que, en cuanto a la diversidad lingüística, es la ciudad de EE. UU. donde menos inglés se habla en los hogares, con apenas un 6,4%, así como también donde más personas usan el español, con un 93,1%. De este último número, más del 64% reconoce no hablar “muy bien” inglés.

Hialeah, la ciudad de Florida que sufre la crisis migratoria

Hace unos días, CNN señaló que en Hialeah se comenzaron a sentir los efectos de la crisis migratoria, con insuficiencia de servicios públicos y de transporte. El alcalde, Esteban Bovo Jr., reconoció que existen situaciones que les preocupan como comunidad, como el aumento de precio en los alquileres, el tráfico de autos y la llegada de nuevos estudiantes. Según estimo, entre el 50% o 70% de los migrantes que arriban a EE. UU. puede ser que terminen en el sur de Florida, de los cuales la mitad suelen ir a Hialeah.

En tanto, advirtió que no son una ciudad grande con infraestructura y servicios para soportar el aumento de inmigrantes. “Esto no es California, Nueva York o un estado grande que quizás pueden asumir toda la carga”, enfatizó.

Por su parte, Bovo explicó que los datos de los distritos escolares muestran que ha aumentado la inscripción de estudiantes nacidos en el extranjero en las escuelas de la zona, indicó el Nuevo Herald. En enero de 2023, NBC Miami reportó que las Escuelas Públicas del Condado de Miami-Dade tenían más de 13.000 niños inmigrantes matriculados desde octubre del año anterior.

Milam K-8, una escuela en Hialeah, había aceptado a 29 estudiantes inmigrantes desde que comenzó el año escolar y, según el medio citado, más de la mitad de los recién llegados eran de Cuba y otros grupos grandes provenientes de Nicaragua, Venezuela y Haití. En ese contexto, el superintendente José Dotres expresó que no era una crisis la que vivían, ya que las escuelas tenían espacio. Sin embargo, parece que las cosas han empeorado.

La creciente presencia de inmigrantes se refleja en las largas filas de personas en las oficinas locales de niños y familias que solicitan ayuda, en los camiones con extranjeros que buscan trabajo afuera de las empresas y en el refugio improvisado de una iglesia local que alberga a inmigrantes que no tienen otro lugar para vivir.

Hace unos meses, en una conferencia de prensa, el alcalde señaló que la ciudad necesita “expertos” para abordar su problema de vivienda asequible, el cual señaló fue causado, al menos en parte, por la ola migratoria de los últimos tres años. Anteriormente, ya había manifestado que la urbe no tenía terrenos disponibles para construir nuevos hogares para inquilinos de bajos ingresos. Por lo tanto, con todo este contexto, Hialeah está en jaque por los recién llegados.

 

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