Ocurrió una tarde mientras hacían su trabajo habitual. Revisaban que los recintos de los perros estuvieran limpios, ordenados y con agua y comida suficiente, cuando advirtieron la presencia de un animal desconocido en el estacionamiento del refugio.

Inmediatamente se acercaron para ver de qué se trataba y no pudieron salir del asombro cuando descubrieron que, junto al animal que habían visto sobre la calle trasera del refugio SPCA en Westchester, Nueva York, se encontraba una pequeña transportadora atada a su collar y una caja de cartón. La perra, a la que llamaron Nora, no estaba sola: en la transportadora y en la caja de cartón estaban sus cachorros.

Un cartel colgado en su cuello anticipó lo que era capaz de hacer, pero el destino tenía otros planes para él: “Nos regaló su última sonrisa”

“Estaba tan asustada que podría haber lastimado a sus cachorros”

Al principio, Nora se mostró insegura ante la presencia de los voluntarios. Dudó cuando se acercaron y trató de huir, arrastrando la jaula de sus cachorros detrás de ella. Afortunadamente y acostumbrado a lidiar con animales temerosos, el personal intervino rápidamente y logró retener a la madre y a sus bebés justo a tiempo. “La perra estaba tan asustada que podría haber arrastrado la transportadora que estaba sujeta a su correa hacia la calle y haber lastimado a sus cachorros”, dijeron.

Pocos minutos después, los bebés y su madre estaban a salvo dentro del refugio, tratando de acomodarse juntos después de un día largo y estresante. No había forma de que el personal de SPCA -una organización de bienestar animal sin fines de lucro dedicada a salvar animales sin hogar, maltratados y abandonados y a proteger a los animales de la crueldad y el abandono mediante la educación y la aplicación de leyes-supiera los eventos que habían conducido al abandono de Nora. Pero las cámaras de vigilancia proporcionaron imágenes del momento en que la dejaban echada a su suerte. Con un nudo en la garganta y mucha tristeza, observaron cómo un conductor desconocido dejaba a la familia en la vereda del refugio y se alejaba a toda velocidad sin mirar atrás.

“Estaban literalmente a pocos metros de nuestra puerta. La persona que los abandonó podría haber pedido ayuda. Aunque estamos agradecidos de que no los hayan dejado simplemente en el bosque o al costado de la carretera, para nosotros este tipo de actitudes no tienen sentido”.

“Necesita sentirse segura”

Por muy desgarrador que fuera ver a Nora y sus bebés abandonados, el personal sabía que lo mejor estaba por llegar para la pequeña familia. Nora tiene entre 2 y 3 años y parece ser una mezcla de Vizsla/Rhodesian. Después de recibir certificados de buena salud, los bebés de Nora encontraron hogares donde comenzar una nueva vida. Pero, lamentablemente, la resistente mamá todavía está en el refugio.

“Nos encantaría encontrarle a Nora un hogar donde pueda cambiar su historia y tener la oportunidad que se merece. Ella todavía está muy asustada y confundida, pero sabemos que con paciencia y mucho amor, podrá salir adelante. Se siente incómoda con otros perros, por lo que todavía necesita tiempo para entender que ya puede estar tranquila y confiar. Esperamos que alguien que no tenga compañeros caninos considere adoptarla. Ella necesita sentirse segura”.

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