En una final de Copa del Rey donde el Athletic se citaba con su propia maldición, Nico Williams ascendió en Sevilla para coronarse como el auténtico monarca de la competición. El equipo bilbaíno se encomendó a su estrella para conquistar su vigesimoquinto campeonato copero, un partido que pone la guinda a una temporada que el delantero recordará para siempre.
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La Cartuja fue testigo de la ascensión de Nico Williams en una Copa que quedará marcada en la memoria del equipo bilbaíno durante mucho tiempo. En el escenario más complicado de la temporada, Nico se echó al Athletic a sus espaldas sin cohibiciones, un partido donde solamente el extremo tuvo la llave de la victoria en todo momento. Con apenas 21 años, su límite es el cielo.
Se consagró en una final que no pudo empezar peor para su Athletic. El Mallorca, que arrancó con valentía un partido histórico para ellos, se adelantó en el marcador gracias a un tempranero tanto de Dani Rodríguez que enmudeció a los leones en La Cartuja. Sin embargo, Nico Williams rugió con más fuerza para liderar la remontada de su equipo en el campo.
Sin suerte de cara a puerta
De la mano de un Ruiz de Galarreta imperial en el centro del campo, el extremo bilbaíno consiguió la igualada en el marcador en la primera parte, un tanto que tuvo que ser anulado por un milimétrico fuera de juego del propio Nico. Unos minutos después, una acción similar que acabó desperdiciando de manera impensable acabó desquiciando al jugador ‘zurigorri’.
Sin suerte de cara a puerta, Nico adoptó un rol más retrasado para liderar a su equipo desde la creación. El extremo se cansó de hacer rotos a un Giovanni González que no encontraba la manera de parar al extremo. Finalmente, un clarividente pase en profundidad del jugador acabó en los pies de Sancet, que completó su gran partido con un remate imparable para conseguir igualar el marcador. Decimotercera asistencia esta temporada para Nico, el tercer máximo asistente de toda la temporada en las grandes ligas… con la Eurocopa a la vuelta de la esquina, su futuro es prometedor como pocos.
El Athletic se acabó llevando una Copa del Rey agónica en la tanda de penaltis para poner fin a su maldición en la competición copera. Nico Williams, que acabó siendo galardonado ‘MVP’ de la final, completa un torneo que nunca olvidará.
