El desembarco desde Estados Unidos de la jefa del Comando Sur, Laura Richardson, no estuvo exento de polémicas, ya que la oposición cuestionó los estrechos vínculos de la gestión de Javier Milei con el país del norte. Sin embargo, esta mañana el vocero presidencial, Manuel Adorni, defendió esa relación y también la creación de una base naval conjunta en Ushuaia, anunciada anoche en el discurso del mandatario desde la capital fueguina. En tanto, el portavoz aseguró que en la Casa Rosada entienden que la estación china en Neuquén -observada con recelo por la administración de Joe Biden- es “meramente científica y de investigación”.

“[Milei] fue a Ushuaia para mantener una reunión con Richardson y luego anunció el desarrollo de la base naval integrada entre los países, que constituye el puerto de desarrollo más cercano a la Antártida, y convierte a la Argentina y Estados Unidos en la puerta de entrada al continente blanco. Esto es parte de nuestra integración al mundo occidental y desarrollado, para afianzar nuestra soberanía ante la invasión de buques extranjeros que durante años tuvieron vía libre para depredar nuestro mar”, aseveró en su tradicional conferencia de prensa Adorni. Esto ante los cuestionamientos de los detractores a la gestión libertaria, que hasta tildaron al Presidente de “cipayo” y advirtieron por la pérdida de soberanía.

Asimismo, ante los cuestionamientos que hicieron desde la diplomacia estadounidense por la posible presencia militar de China en la estación espacial de Neuquén, Adorni reiteró que la intención del Gobierno es hacer una revisación en el lugar. “Entendemos que la actividad es meramente científica y de investigación. Se harán las inspecciones técnicas que sean necesarias”, indicó, en una línea similar a lo que le explicaron desde el Gobierno a Richardson cuando estuvo en Balcarce 50. Sin embargo, Adorni aclaró que anoche no se retomó el tema de la estación espacial con la jefa del Comando Sur.

“La posición del Presidente, que implica la postura del gobierno argentino, es que efectivamente nuestros aliados van a ser Estados Unidos e Israel, y cada uno de los países que estén en esa línea y propongan civilizaciones modernas, ciudades del futuro, estar alejados de dictadores o de aquellos que se alejen de las buena prácticas que pregonamos”, comentó el vocero, que no obstante aclaró que esta gestión no tiene ni tendrá “ningún inconveniente” con la nación gobernada con Xi Jinping. “Cada uno es libre de comerciar con el país que se le ocurra, pero nuestro alineamiento, según marcó el Presidente, va a estar con Estados Unidos y con Israel”, insistió.

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