A Londres irá el Barça con todo por decidir, pero con desventaja y con la obligación de remortar. A pesar de unos primeros minutos muy buenos en Montjuïc, las azulgranas sucumbieron, por primera vez esta temporada, ante el Chelsea en el primer asalto, con gol de Erin Cuthbert, y se jugarán el pase a la final de la Champions en Stamford Brige.

La afición tenía ganas de este partido. A pesar de que el horario no invitaba a crear un ambiente propio de las noches de Champions, tan mágicas, los culés no fallaron al llamamiento de las jugadoras, cuerpo técnico y club. Y se dejaron la piel alentando al equipo ya desde la llegada del bus al Estadi Olímpic, con bengalas, banderas y cánticos. 

Giráldez tenía claro el once y salió con todo. No era día para experimentos y confió en Engen como central, junto a Paredes, y en un centro del campo formado por Walsh, Aitana y Patri. Arriba, el tridente de siempre: Graham, Salma y Mariona. Y Alexia arrancó en el banquillo. Hayes, por su parte, salió con Lauren James, a pesar de haber jugado al gato y al ratón durante la semana con su disponibilidad, y Mayra Ramírez en punta. Y era Guro Reiten, la autora del gol en el Camp Nou el año pasado, la que empezaba como suplente. 

Dominio sin goles

Un inicio previsible por cómo llegaban ambos equipos. Dominio absoluto del conjunto azulgrana, que construía desde atrás y que buscaba al espacio a Salma y Graham. El Chelsea esperaba al Barça atrás y trataba de salir al contragolpe. Engen estuvo providencial en una contra peligrosa de Mayra.

Con todo apretaba la afición y, en consonancia, el Barça. Pero faltaba precisión en los últimos metros. Salma tuvo la ocasión más clara para anotar el primero, a pase de Aitana, y puso la pierna Carter para salvar al Chelsea. Y la Balón de Oro tuvo otra, menos clara, desde fuera del área. 

Cuthbert adelantó al Chelsea

Otra vez Salma, y no pudo concretar. Y entonces cambió la cara del partido. Mejoró el Chelsea, que supo leer muy bien el partido, y empezó dar señales de vida. A jugar con presión más alta y el Barça no supo salir de ella. Logró acercarse a la portería de Cata Coll un par de veces sin fortuna, hasta que llegó el gol, a cinco minutos del descanso, obra de Erin Cuthbert. Giro precioso y asistencia de Nusken, en una mala salida de las azulgranas, y la escocesa sorprendió a la guardameta balear con un disparo ajustado al segundo palo.

Molesto con lo que veía en el verde, Giráldez se marchó rápidamente al vestuario y le siguieron las jugadoras. Había insistido en la importancia del factor mental en una eliminatoria que puede empezar con el resultado en la contra. La colegiada señaló penalti, en primera instancia, por manos de Buchanan en un ‘guijarrazo’ de Patri. Y cuando Mariona estaba dispuesta a lanzar, lo anuló por orden del VAR por un fuera de juego de Salma, que no había disputado el balón pero intervino en su trayectoria. Y el Chelsea empezó a hacer de las suyas, con las habituales pérdidas de tiempo marca de la casa. 

Sin suerte

Trató de dar un golpe táctico Giráldez con los cambios. Alexia entró por Engen y Patri ocupó la posición de central, como en la final de la Champions de Goteborg. Buscaba más pases y aumentar el ritmo. Y Ona, que no acababa de entenderse con Graham en la banda derecha, dejó su lugar para Bronze. Se acercó el Barça, pero no le salió nada. E incluso celebró cómo Mayra falló una ocasión clarísima ante Cata que pudo aumentar la ventaja de las ‘blues’.

Un resultado que reflejó lo que se vio en el campo y que hace peligrar el billete a la final de San Mamés de un Barça que tendrá que remontar en Stamford Bridge. Quedan noventa minutos. Y nadie dijo que iba a ser fácil

 

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