Imagino, creo, que debe ser algo de lo más normal. ¿O no? Ocurrió el pasado martes en el palco presidencial del Estadi Olímpic de Montjuïc donde se disputó el Barça-PSG. Lo explicaron en el programa ‘Què t’hi jugues’ de la SER. Para presenciar el partido en calidad de invitados se reservaron cinco asientos a nombre del representante/intermediario israelí Pini Zahavi, dos más para el portugués Jorge Mendes y otro para el británico Darren Dein.
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A todos ellos, a los tres, en su día, Laporta les dio las gracias públicamente. Al primero por traer a Lewandowski, al segundo por cerrar las operaciones de Joao Félix y Joao Cancelo y al tercero por haber intervenido en el suculento contrato de Spotify. Zahavi y Mendes se han repartido gran parte de los mejores talentos de La Masia a golpe de talonario y de Darren Dein se afirma en el club que fue la persona que habría colocado el FC Barcelona para abrir las negociaciones con la firma Puma.
Solo hubiera faltado en el palco la presencia de Anas Laghrari, la mano derecha de Florentino Pérez que trabajó para el FCB en la venta de los derechos de televisión y que ahora está negociando el tema de la Superliga.
Me gustaría saber la cantidad de millones de euros que han cobrado estos cuatro personajes del FCB por su intermediación teniendo en cuenta las penurias económicas del club. Para unos la manga y para otros el embudo. Por eso no sé si el titular de este artículo debería haber sido “en las manos de…” en lugar “de la mano de…”.
