En condiciones normales el Arsenal no tendría problemas para asaltar el Molineux Stadium, pero alrededor del conjunto ‘gunner’ se respira un clima de tensión tras lo sucedido en las últimas semanas. Una derrota ante el Wolves supondría verse inmerso en una crisis de resultados importante y decir adiós, prácticamente, a la Premier League.
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El conjunto de Mikel Arteta perdió el liderato en la competición inglesa de manera sorprendente al caer ante el Aston Villa (0-2), solo unos días antes de ser derrotado también en su visita al Bayern de Múnich (1-0), que acabó con el sueño de la Champions de los londinenses. Dos decepciones seguidas y tres partidos sin ganar en apenas una semana que ponen al Arsenal contra las cuerdas.
Obligados a ganar
Ante unos Wolves que viven en la zona media con tranquilidad, los ‘gunners’ son favoritos. Todo lo que no sea ganar el encuentro pondría muy difícil seguir la persecución de Manchester City y Liverpool, que también han caído en competiciones europeas y pueden centrarse en la Premier.
Caer en el Molineaux Stadium supondría, por tanto, quedarse sin nada por lo que luchar en la recta final de la temporada, una decepción absoluta para un conjunto que parecía dar pasos adelante sin cesar bajo la dirección de Arteta. El técnico podrá contar con todos sus futbolistas en plenas condiciones, más allá del desgaste evidente que dejo el partido en Múnich, mientras los Wolves llegan con las dudas de Craig Dawson y Ait-Nouri.
