La gripe aviar, o influenza aviar H5N1, es una enfermedad que afecta habitualmente a las aves, sobre todo a las de corral (como las gallinas), pero que ha preocupado a los epidemiólogos a lo largo de estos últimos años por su potencial de propagación en seres humanos. Es gracias a esta vigilancia continua que recientemente se ha reportado un caso de infección en un hombre de Texas, Estados Unidos. 

De acuerdo con la información proporcionada por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), se trata de un trabajador agrícola que estuvo en contacto con ganado lechero y que ya se está recuperando. Sin embargo, la noticia cobra relevancia tras el anuncio emitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2023 que alertaba sobre los peligros del salto de gripe aviar a mamíferos.

Este representa el segundo caso de gripe aviar en humanos reportado en Estados Unidos: el primero de ellos fue en 2022, en Colorado, y correspondía asimismo con un ganadero que tuvo contacto directo con gallinas. A nivel global, los casos registrados en humanos también se presentan de forma esporádica: según los últimos datos de la OMS, ha habido 8 infecciones desde 2021

¿Qué es la gripe aviar?

Al contrario que sucede con otras enfermedades, ningún síntoma de la gripe aviar en animales se considera exclusivo de esta; es decir, la congestión pulmonar, las hemorragias y la retención de líquidos son algunos de los principales efectos de la infección, pero no permiten descartar otros diagnósticos. 

La gripe aviar está provocada por virus de la familia Orthomyxoviridae, que engloba multitud de clados (o ramas), entre los que se encuentra el A(H5N1). Este suele afectar a gallinas y otras aves de corral, pero la detección de casos en mamíferos hizo saltar las alarmas de la OMS en 2023 por la posibilidad de nuevas cepas con capacidad para contagiar a humanos.

Con el objetivo de prevenir riesgos, las autoridades sanitarias de distintas partes del mundo han establecido medidas básicas para impedir el contagio, entre ellas: evitar el contacto con aves muertas o elementos que podrían estar infectados por ejemplares enfermos (plumas, por ejemplo).

Eso sí, tantos los CDC como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) confirman que no hay pruebas de que la enfermedad pueda transmitirse a las personas a través del consumo de productos de aves contaminados.

¿Debería preocuparse Estados Unidos por la gripe aviar?

Los casos reportados en humanos hasta el momento no son suficientes para cambiar la evaluación de riesgos, que actualmente se considera baja. No obstante, sí representan un motivo sólido para invertir esfuerzos en monitoreo y vigilancia.

Instituciones como el Departamento de Agricultura y la Administración de Alimentos y Medicamentos (USDA y FDA, por sus siglas en inglés) están trabajando conjuntamente no solo para hacer seguimiento de posibles contagios entre trabajadores agrícolas, sino también para estandarizar una serie de medidas de prevención que van desde la identificación de ejemplares enfermos hasta la correcta manipulación de alimentos crudos. 

Por otra parte, la gripe aviar sí constituye un verdadero riesgo para la vida de los animales. En Estados Unidos, comenzaron a detectarse casos de infección en aves de corral en 2021, y actualmente se considera una enfermedad muy extendida en el contexto avícola. Además, un comunicado de la USDA anunciaba -una semana antes del contagio del trabajador en Texas- la infección de varios ejemplares de vacas lecheras en este mismo estado, en Kansas y en Michigan. 

Tras los análisis correspondientes, las autoridades han confirmado que el virus presente en los mamíferos contagiados es del mismo subtipo (H5N1) que el que se encuentra en las aves infectadas de Estados Unidos. Esto, pues, significa que es fundamental realizar un correcto seguimiento de la evolución de la enfermedad para prevenir la infección y la muerte -que puede ocasionarse en menos de 48 horas tras el contagio– de más animales.

¿CUÁL ES LA SITUACIÓN DE LA GRIPE AVIAR EN europa y en el mundo?

Los virus de la gripe aviar H5N1 fueron detectados por primera vez en China en 1996, y desde entonces ha causado preocupantes brotes en aves alrededor del mundo: por ejemplo, en 2022, 67 países del planeta reportaron casos en aves de corral y silvestres, muchas de las cuales fueron sacrificadas, según un informe de la OMS. Y a lo largo de los últimos años, también se han registrado brotes en mamíferos, como gatos, leones, focas o delfines, los cuales revelaron que el virus estaba mutando para adaptarse a nuevos huéspedes.

En el caso de los seres humanos, si bien desde la primera detección de la historia las autoridades correspondientes han registrado contagios en 23 países, a partir de 2022 las infecciones han sido puntuales, con una tasa de letalidad del >50%, informan los CDC. 

Con respecto a Europa, gracias a un exhaustivo monitoreo los expertos han determinado que se trata de una enfermedad estacional: los aumentos de casos en aves coinciden con la llegada de aves migratorias al continente, a través de España; es decir, entre el otoño y el invierno.

Así, aunque el virus esté bajo vigilancia, no se debe subestimar su «potencial pandémico», advierte el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC). Y es que, si este tipo de virus continúa evolucionando, se podrían desarrollar nuevas cepas capaces de expandirse entre los seres humanos, que no contamos actualmente con las defensas inmunitarias contra el patógeno.

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