Esta semana el Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés) anunció el descubrimiento de un agujero negro masivo en la Vía Láctea más grande que nuestro Sol. Esto alertó a los astrónomos por las implicancias que podría traer para la Tierra; sin embargo, aludieron que de momento se realizan diferentes investigaciones para conocer en profundidad su funcionamiento.

Según explicó el ESO en una nota de prensa, un equipo de astronautas y astrónomos detectaron este fenómeno espacial en medio de la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea, porque imponía un “extraño movimiento de bamboleo a la estrella compañera que lo orbita”. De acuerdo a la ESO y a los observatorios terrestres, el agujero negro posee 33 veces la masa del Sol.

Esta manifestación astronómica sucedería cuando una estrella de gran envergadura estalla. De momento, los que se identificaron dentro de la Vía Láctea, poseen una masa diez veces mayor al Sol; es por esto que la aparición de uno más masivo, a 2000 millones de años luz de la Tierra, dejó a todos perplejos, ya que se considera relativamente cercano.

Los científicos lo apodaron Gaia BH3 o BH3 para abreviar y es el segundo más cercano a nuestro planeta, que reside en la constelación Aquila. Pasquale Panuzzo, miembro de la colaboración Gaia y astrónomo del Observatorio de París, parte del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS), dijo: “Nadie esperaba encontrar un agujero negro de gran masa acechando cerca y que no hubiera sido detectado hasta ahora (…) Este es el tipo de descubrimiento que hacés una vez en tu carrera investigadora”.

Por lo tanto, la estrella que lo orbita suele tener composiciones similares a la antigua y más grande que ya estalló. Los datos UVES (espectrógrafo Echelle en el ultravioleta y el visible), indicaron que su compañera era pobre en metales, los cuales se creen que son necesarios durante su tiempo de vida, para luego producir los agujeros negros.

Esta investigación se publicó este martes en la revista Astronomy & Astrophysics y la coautora Elisabetta Caffau, remarcó: “Dimos el paso excepcional de publicar este artículo basado en datos preliminares antes de la próxima entrega de datos de Gaia debido a la naturaleza única del descubrimiento”.

A pesar de que los datos completos de la investigación están previstos para ser evidenciados en el 2025, los preliminares ya se dieron a conocer con el fin de que otros astrónomos posean los datos de manera accesible y así comiencen sus propios análisis, a fin de estudiar este agujero negro en profundidad.

En conclusión, Panuzza, se refirió a qué podría pasar con la Tierra: “Tan pronto como esto salga a la luz, la gente se apresurará a observarlo para ver si hay emisiones del agujero negro (…) Eso nos informará sobre el viento que proviene de estrellas como la que orbita alrededor del agujero negro, y también sobre la física del agujero negro y cómo cae la materia en él”.

Los agujeros negros son uno de los mayores misterios del universo. Su existencia, poder y permanencia en el cosmos siempre atemorizaron a los científicos, debido a los efectos devastadores. Focos de teorías aseguran que son presuntos “túneles” para viajar en el tiempo, en la actualidad aún se llevan a cabo diferentes estudios para conocer su funcionamiento y a cada uno de ellos.

 

Facebook Comments