Carta de la semana

La crisis educativa

Comparto plenamente lo manifestado en la nota sobre la crisis educativa del 25 de abril. Como se menciona en el artículo, “el mejor método es el que funciona”. Los niños y adolescentes, y sus padres, están horas mirando pantallas y dispositivos electrónicos, limitándose a leer muchas veces, solo esa información. Pero la lectura es otra cosa y conseguir que lean también. Creo que hay que volver a las raíces, a nuestras raíces, buscando las palabras difíciles en el diccionario, que parece haberse olvidado también. Como se ha escrito en este medio, el aprendizaje es un esfuerzo, de parte de quién lo imparte como de quién lo recibe. Esfuerzo: una palabra que también olvidamos.

Recordando a nuestros mayores, Ernesto Sábato decía en el discurso de presentación del Plan Nacional de Lectura, en mayo de 2004: “les quiero pedir a los chicos y a los jóvenes, con la autoridad que me dan los años, que lean “. Y Jorge Luis Borges decía que la lectura es una de las formas de la felicidad: “siempre imaginé que el paraíso sería algún tipo de biblioteca”.

En fin, cómo decía Santa Teresa de Jesús: » Lee y conducirás, no leas y serás conducido”.

Nora Claudia Fasani

DNI 12.747.053

Auditorías

Si cada sector del Estado realiza una auditoría interna (hecha por los propios miembros de cada sector) los resultados mostrarán sin lugar a duda que los recursos del estado se gastan perfectamente, que no hay ningún gasto superfluo, y también que los fondos que gira el Estado a cada sector » no alcanzan”. De esta manera podremos, con esas auditorías, mostrarle a Milei que está equivocado. Y que todos los sectores del estado son necesarios, cumplen perfectamente con sus funciones, administran eficientemente los fondos y es más…¡que esos fondos son insuficientes! Hay que incorporar más gente al estado, urgentemente, para que pueda funcionar aún mejor, como demostrarán estas auditorías internas. Era fácil mostrarle a Milei que estaba equivocado.

La marcha del martes pasado fue una muestra clara en la calle, con una gran movilización y gran apoyo de muchos partidos políticos (PJ , Pro, UCR) de que se han realizado muchas auditorias mostrando que todo se gasta perfectamente. Dado que todo funciona y se gasta adecuadamente en los organismos a los que el Estado le gira fondos, el problema económico de la Argentina debe ser otro. Y la culpa debe ser de alguien que no conocemos.

Rodolfo Miani

DNI 17.865.757

Incoherencia

El presidente Javier Milei, el 10 de diciembre de 2023, declaró en las puertas del Congreso Nacional “… dentro de la ley todo, fuera de la ley nada …” (sic); pero el 19 de abril de 2024, dijo frente a un foro de empresarios poderosos “… el que fuga es un héroe – si compran dólares en negro: mejor …” (sic). Esta falta de coherencia me recuerda al genial humorista Groucho Marx, quien habría dicho “… estos son mis principios, y si no les gustan: tengo otros …”.

César Monicat

DNI 16.844.933

La salud en la Argentina

Me gustaría reflexionar sobre algunos conceptos básicos sobre el sistema de salud público y privado en la Argentina. En todo gobierno que se precie de democrático, por muy liberal que sea, hay cuestiones fundamentales, como seguridad, educación, justicia y salud, en las que el Estado debe estar presente y ser eficiente. No creo en el país mágico, dónde todo está cubierto y es gratis, ni en el país que deja a su gente sin derechos básicos, como el acceso a la salud. Ninguno de los dos extremos es la solución para uno de los desafíos más grandes de todo país desarrollado: cómo financiar la salud de su población. Nuestra salud pública ha sido por años la envidia de los países vecinos (y no tan vecinos), con tres Premios Nobel –Houssay, Milstein y Leloir– salidos de sus universidades y hospitales escuela. Sin embargo, estos últimos años, políticas populistas le hicieron creer a la gente que todo es gratuito y que el “señor Estado” lo puede solventar, sin importar cómo y sin ningún tipo de control o auditoría. Por otro lado, pensar que “la culpa” del conflicto con el sistema de salud privado la tienen las prepagas –que en tres meses aumentaron sus cuotas un 130%– es simplista y casi ridículo. El problema es mucho más complejo: hay un jamón del sándwich y somos los médicos, el personal sanitario, los sanatorios independientes, los centros de imágenes y análisis. Como informó el presidente de Adecra, para dar un ejemplo, hay una prepaga que en los tres primeros meses del año aumentó su cuota en un 130%, pero a la hora de pagarle a los prestadores (médicos, sanatorios, etc.) les negó el 12% que les correspondía en abril y, como si fuera poco, les descontará un 21% sobre los valores previstos de mayo. El ministro de Economía, Luis Caputo, aseguró que “las prepagas le están declarando la guerra a la clase media y que el gobierno defenderá a la clase media”. Si realmente hubiese querido ser efectivo con la medida de retrotraer el valor de las cuotas, debió haber agregado: “sin detrimento de los aumentos y ajustes en las prestaciones ya acordados”. Porque de esta manera y sin duda, los prestadores nos convertimos en la variable de ajuste. Sin aumentos a los sanatorios, no hay aumentos para los médicos –que también somos esa clase media que el gobierno quiere defender–. Sin aumentos a los sanatorios, tampoco hay manera de pagar impuestos, ni comprar insumos. Ahora eso sí, los medicamentos siguen en alza y nadie hace nada para frenar a los laboratorios.

En relación al PMO –Plan Médico Obligatorio–, pensar que puede cubrir todo es insensato. Debería haber un “Plan Mínimo Obligatorio” en salud. Sin embargo, en los últimos años ocurrió lo contrario y se cubrió de todo, a riesgo de quebrar el sistema. Ocurrió cuando legisladores populistas obligaron a las obras sociales a cubrir el 100% de cirugías por obesidad en cuestiones estéticas o por cambio de género, por dar algunos ejemplos. Así contribuyeron a desfinanciar el sistema, y después no hay quien resuelva una neumonía o una apendicitis a tiempo.

Creo, en suma, que el sistema público y el privado deben trabajar en sintonía, facturando sus servicios con transparencia, disponiendo de varios proveedores en pos de la eficiencia y desarrollando esquemas de cobertura acordes al ámbito de alcance. Este país tiene mucho para hacer si quiere volver a ser lo que alguna vez fue en cuestiones de salud. Va a costar, pero lo puede lograr… Aunque sea “todo a pulmón”, como canta uno de mis músicos favoritos, y cómo sentimos la mayoría de los médicos en la Argentina.

Christian van Gelderen

DNI 12.615.541

Feria del Libro

Los organizadores de la Feria del Libro declararon que el presidente Milei desprecia la Feria ya que el gobierno analizó prioridades y consideró que no era prudente tal erogación dentro de la crisis que vive el país.

Me gustaría preguntarle a los organizadores: las miles de familias que duermen en la calle y que revuelven la basura, en su mayoría resultado del anterior gobierno, quienes obviamente tampoco podrán participar de la Feria….¿también desprecian la cultura?

Creo que hay sectores de la sociedad que deberían disimular un poco su enojo ante la falta de presupuesto. El mensaje de que “no hay plata” es para todos. Y todas.

Juan Maurette

juanmoret@gmail.com

Número de asesores

Se ha vuelto recurrente, y corresponde que así sea, el tema de la cantidad de asesores que tiene cada legislador, tanto en la cámara de diputados como en la de senadores. Es evidente que no hay voluntad de parte de ninguno, incluso del oficialismo “anti casta” en terminar con este problema. Una de las maneras más sencillas de hacerlo sería crear un cuerpo de asesores en el Congreso con renombrados especialistas en cada rubro (Infraestructura, salud, educación, justicia, seguridad. etc) con un ingreso acotado por ley y que fuera común a los cuerpos. Cuando un legislador necesita asesoramiento, recurre a ellos) De esa manera en lugar de una docena de asesores por legislador, a veces muchos más, bastaría con un grupo de unos pocos asesores , tal vez veinte o treinta, eso se estudiaría, para satisfacer las necesidades de todos.

Carlos Herrero

DNI 4530221

Recetas electrónicas

Resulta realmente alarmante establecer la obligatoriedad de las rectas electrónicas en un contexto tan desprotegido de respuestas comunicativas seguras como el vigente en nuestro país. Todo indica que agregar una tarea administrativa de este estilo a los profesionales de la salud solo provocará demoras, enojos e interrupción de tratamientos entre los afectados por la medida. ¿Alguien analizó como actuar en una consulta en domicilio ? ¿Y si el paciente necesita repetir lo indicado en consultorio y no se puede comunicar ?¿Debe el profesional tomar un ayudante para esta tarea administrativa a su costo sin recargar el valor de su servicio ? ¿Las farmacias están preparadas para que su personal pueda accionar correctamente? ¿Es tan efectivo en CABA como en el interior donde los intervinientes no tienen tantos recursos ? Son demasiados interrogantes que afectan a una sociedad sufriente en un contexto muy difícil, con muchas otras prioridades a las cuales atender.

Julio Lozano

DNI 7.754.906

 

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