RIO DE JANEIRO.- Miles de simpatizantes del expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se congregaron este domingo en Copacabana, zona sur de Río de Janeiro, en una manifestación convocada por el ultraderechista que estuvo marcada de discursos religiosos, ataques al presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, y al Tribunal Supremo Federal (STF), y mensajes en favor de la libertad de expresión.

Concentrados desde temprano en la mañana del domingo en la turística costa de Copacabana, miles de seguidores asistieron vestidos con camiseta de la selección brasileña, envueltos en banderas de Brasil o con sus colores. Asistieron 32.700 personas, según el cálculo el grupo de investigación Monitor del debate político.

Las imágenes transmitidas por los organizadores mostraron las playas de Copacabana repleta de miles de seguidores del exlíder de ultraderecha, quien había convocado por redes sociales al acto “pacífico”, sin carteles. “Nunca hemos estado tan cerca de una dictadura. No nos rendiremos con Brasil. Dios, Patria, Familia y Libertad”, había publicado en X (antes Twitter).

Bolsonaro, de 69 años, que subió a un escenario con parlantes instalados en un camión, estuvo acompañado de su esposa Michelle, una de las primeras en hablar, así como de numerosos parlamentarios y aliados políticos, además del pastor evangélico Silas Malafaia, promotor del evento.

– Deus, Pátria, Família e Liberdade 🇧🇷.
– Copacabana, Rio de Janeiro.
– (21/04/2024). pic.twitter.com/oKzZTjij2Y

— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) April 21, 2024

Dominó gran parte de las declaraciones entre el público y Bolsonaro el enfrentamiento entre el ministro Alexandre de Moraes, presidente del Tribunal Superior Electoral, y el magnate Elon Musk, propietario de X y figura cercana a Bolsonaro.

Bolsonaro dijo que Musk “preserva la libertad” de expresión a denunciar censura de parte de la justicia y llamó a sus seguidores a “luchar” para defender ese derecho.

Musk “es un hombre que realmente preserva la libertad para todos nosotros”, y que “tuvo el coraje de mostrar, con algunas pruebas (…) para dónde estaba yendo nuestra democracia, cuánta libertad ya hemos perdido”, aseguró Bolsonaro frente a la emblemática playa de Copacabana.

A pedido de Bolsonaro, la multitud agitó banderas de Brasil y aplaudió con entusiasmo al dueño de la plataforma X, antes Twitter, quien se enfrentó en los últimos días al juez de la corte Suprema Moraes, y lo tachó de “dictador”.

En nombre del combate a la desinformación, Moraes ordenó bloquear cuentas de usuarios en plataformas de internet, entre ellas X, sobre todo tras intentos de bolsonaristas de desacreditar el sistema de votación durante la campaña electoral pasada.

Bolsonaro denunció “una dictadura” y llamó a sus partidarios a “continuar la lucha” para defender la libertad de expresión, “amenazada” en Brasil.

“Vine a luchar por mi libertad de expresión porque no tenemos más ese derecho. El Supremo Tribunal Federal pasó todos los límites (…) No es por un partido ni por una persona”, dijo Daiana Mesquita, de 38 años.

Tras la embestida de Musk, Moraes ordenó investigarlo como sospechoso de “instrumentalización criminal” de la plataforma X. La pulseada entre ambos se extendió a todo el ámbito político y jurídico en Brasil.

“Va en contra de la voluntad del pueblo y, por tanto, de la democracia”, publicó Musk contra Moraes en su cuenta de X.

Otros miembros del alto tribunal se pronunciaron en respaldo a De Moraes, mientras el presidente brasileño, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, sostuvo en un acto reciente, sin aludir a Musk directamente, que “si pudiera, haría un decreto para prohibir mentir” y “encarcelar a quien mienta”.

Moraes, que ha multiplicado sus discursos públicos estos días, afirmó el viernes que la justicia brasileña está acostumbrada “a combatir mercantilistas extranjeros que tratan a Brasil como una colonia”.

En paralelo, la Defensoría Pública pidió a la justicia que la plataforma X sea condenada a pagar 1000 millones de reales (192 millones de dólares) de indemnización por daño moral colectivo y daños sociales a Brasil, según la prensa local.

Agencias AFP, ANSA y diario O Globo

 

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