A seis meses de las elecciones europeas, que tendrán lugar entre el 6 y 9 de junio de 2024, el 57% de los ciudadanos están interesados en la próxima cita con las urnas -seis puntos más que hace cinco años-, el 68% aseguran que acudirían a votar si los comicios fueran la próxima semana, el 61% piensan que la pertenencia a la UE ha sido algo positivo y el 72% están convencidos de que su país se ha beneficiado de la adhesión al club. Son algunos de los datos recogidos por el último Eurobarómetro que publica este miércoles el Parlamento Europeo y que muestra, según su presidenta, Roberta Metsola, que «Europa importa», particularmente en este «difícil contexto geopolítico y socieconómico». De hecho, el 73% de los encuestados consideran que si calidad de vida empeorará el próximo año.

Aunque la encuesta fue realizada entre finales de septiembre y principios de octubre, a ocho meses de la cita electoral, el Parlamento Europeo valora positivamente la percepción que tienen los ciudadanos europeos de la institución o del papel que puede jugar. El 61%, por ejemplo, piensan que la pertenencia al club es algo bueno, un porcentaje que superan con creces en Luxemburgo (86%), Irlanda (81%), Dinamarca (80%), Lituania y Portugal (79%). Incluso en España el porcentaje supera en 10 puntos la media europea. Por el contrario, la peor percepción la tienen austríacos (42%), italianos (43%) y checos (44%).

En Austria e Italia solo el 55% y 57% de la población respectivamente piensan que su país se ha beneficiado de la UE, frente al 94% en Lituania y el 93% en Irlanda y Luxemburgo (en España es el 78%). Los principales argumentos del beneficio que supone Europa se refieren a la «paz y estabilidad«, «la cooperación entre Estados miembros», y la «contribución al crecimiento económico». Este último elemento es el principal valor mencionado por los ciudadanos españoles, portugueses, malteses, luxemburgueses o irlandeses. Aunque el principal valor en el que una mayoría coincide debe defender el Parlamento Europeo –lo piensan en 12 países– es la democracia, por delante de la protección de los derechos humanos, la libertad de expresión y el Estado de derecho.

Poca influencia en las decisiones

En cuanto a las desventajas de pertenecer al club los factores más mencionados son la poca influencia de los ciudadanos en la toma de decisiones a nivel europeo, algo en lo que coinciden 16 países, y el convencimiento de que hay decisiones que se toman mejor a nivel nacional. Aún así, el 70% de los europeos consideran que las medidas adoptadas a nivel europeo tienen impacto en su vida diaria, una percepción particularmente extendida en Malta, Chipre y Grecia. En el caso de España, el 67% de los encuestados creen que las decisiones europeas cuentan en su vida diaria frente al 30% que opina lo contrario.

La encuesta, a la que seguirá otra en primavera, constata también que el 73% de los ciudadanos europeos creen que su estándar de vida va a empeorar el próximo año, de ellos el 47% estiman que ya se ha visto reducida. Una percepción aún más negativa tienen en países como España donde el 55% piensan que ya ha empeorado, solo por detrás de Portugal, Malta, Francia, Grecia y Chipre. Las únicas excepciones en este terreno se dan en Polonia, Suecia, Finlandia, Holanda y Dinamarca. Pese a estos augurios, más de la mitad de la población se muestra optimista de cara al futuro. «Los datos muestran un apoyo alentador de los ciudadanos europeos y un mayor interés en las elecciones europeas que hace cinco años», apunta el director de comunicación del Parlamento Europeo, Jaume Duch, sobre unas elecciones en las que están llamados a las urnas 400 millones de euros para elegir a 720 eurodiputados en 27 Estados miembros en un año de marcado carácter electoral: 30 países elegirán a sus presidentes incluidos Estados Unidos, India, México y la Unión Europea.

 

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