El murciano Carlos Alcaraz se presenta en el Mutua Madrid Open como el rival a batir, después de conquistar el título en las dos últimas ediciones, aunque con la incertidumbre sobre su estado físico.
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El tenista de El Palmar se ha entrenado este lunes en las pistas de la Caja Mágica con buenas sensaciones, aunque aún con un vendaje en el brazo derecho. Carlitos sufrió una lesión en el pronador redondo del brazo derecho que le ha impedido disputar el Masters 1000 de Montecarlo y el Barcelona Open, en el que también defendía la corona.
La temporada de Alcaraz arrancó en el Open de Australia donde quedó apeado en los cuartos de final tras caer contra Alexander Zverev por 1-6, 3-6, 7-6 y 4-6. La siguiente aparición del español fue ya casi un mes después, en el ATP 250 de Buenos Aires, donde también era el vigente campeón. En 2024 solo pudo alcanzar las semifinales, donde quedó frenado por Nicolas Jarry en un duelo que se decidió por 6-7, 3-6.
La siguiente parada fue tambén en suelo sudamericano, en el ATP 250 en el que apenas pudo disputar unos juegos. Una inoportuna lesión de tobillo le hizo retirarse en su debut, dejando vía libre a su rival, Thiago Monteiro. Ese contratiempo hizo encender todas las alarmas de cara a Indian Wells, el considerado quinto Grand Slam por su importancia. El murciano era el vigente campeón y aunque llegó con dudas, todas se despejaron cuando empezó a jugar, firmando de nuevo la victoria en una final contra Daniil Medvedev (7-6, 6-1).
Camino del ‘Double Sunshine’ tropezó Carlitos en cuartos de final, superado por Grigor Dimitrov (2-6, 4-6). Esa fue la última aparición de Carlos Alcaraz en partido oficial. Aún no ha podido probarse en una gira de tierra que espera estrenar en los próximos días sobre el polvo de ladrillo de Madrid.
Alcaraz iniciará la defensa del título logrado el pasado año por segunda temporada seguida ante el ganador del choque entre el kazajo Aleksandr Shevchenko y el francés Arthur Rindeknech. El sorteo del cuadro ha deparado un camino separado para el murciano y Rafa Nadal que solo se verían las caras en una hipotética final.
