Nicolás Pachelo, condenado el miércoles a prisión perpetua por el homicidio de María Marta García Belsunce, publicó hoy una carta de puño y letra en la que cuestionó el fallo de la Sala I del Tribunal de Casación Penal bonaerense que revocó la absolución que lo había beneficiado. Los camaristas lo encontraron culpable del asesinato ocurrido en el country Carmel, donde el 27 de octubre de 2002 fue hallada muerta con cinco balazos en la cabeza la socióloga.

El miércoles al mediodía, Pachelo fue trasladado desde la Unidad 12 de Gorina, un establecimiento de régimen abierto, a una cárcel de máxima seguridad en La Plata. El sindicado asesino no recibió bien la sentencia. Estaba convencido de que, en cualquier momento, se confirmaba en segunda instancia su absolución y que ordenaría su libertad, según pudo reconstruir LA NACION.

A cuatro días de estar alojado en el Penal N° 9 de La Plata y luego de que se conocieran chats que mantuvo con su abogada en los que “se despedía”, Pachelo publicó una carta a la que accedió LA NACION.

“Esta carta va dirigida a todos, a quienes me juzgan sin saber o con lo que creen saber sobre el homicidio de la señora García Belsunce. Soy, fui y seré inocente”, dice en primer párrafo el manuscrito dirigido a la “sociedad argentina”.

Luego agrega: “Estos 22 años decidí defenderme judicialmente porque creí en la Justicia. Mi silencio mediático me perjudicó en forma personal y familiar. Especialmente, a mis hijos, en sus colegios, universidades y en la vida misma”.

“Condenaron a un inocente a morir en vida y no pienso callarme más”, sigue Pachelo en el escrito de dos páginas y suma: “Estoy luchando junto con mis abogados contra una parte del Poder Judicial corrupto y perverso”.

Según el hombre de 47 años, defendido por Raquel Pérez Iglesias: “Nosotros no tenemos amigos jueces. Nos defendemos con la verdad, con pruebas. Acaso de eso no se trata la justicia… No solo condenaron a un inocente para tapar 20 años de barbaridades judiciales, arruinaron la vida de toda una familia, convirtieron en asesino al padre de tres hijos siendo inocente. ¿Cómo pueden dormir tranquilos?” .

“Me han sacado hasta las ganas de vivir, quebraron mi espíritu y mi fe. El juez Fernando Mancini y la jueza Florencia Budiño han condenado a un inocente”, asegura Pachelo en el escrito, cuya segunda página comienza con el subtítulo: “Justicia-injusta”.

El condenado recuerda y enumera: “En los últimos 20 años hubo 3 juicios por la muerte de la señora García Belsunce. Han participado, aproximadamente, 20 jueces de distintas instancias. Han condenado a la familia por encubrimiento, también a Carrascosa. Han condenado por homicidio a Carrascosa y lo han absuelto. Me han absuelto a mí y ahora me han condenado. Esto no es un juego de palabras, es la mismísima causa García Belsunce”.

“Con las mismas pruebas, desde el año 2002 a la actualidad todos, según la justicia, fuimos culpables y también fuimos inocentes. ¿Absurdo?”, se pregunta Pachelo y agrega: “Hay una gran corrupción en la Justicia, eso lo sabemos todos”.

La carta cierra: “Yo voy a hablar con pruebas. Uno de los camaristas que votó por la absolución de Carrascosa es el exjuez Martín Ordoqui, el primer juez destituido y ‘detenido’ de Casación ‘por favorecer a cambio de dinero a condenados’. Yo hablo con pruebas. A mí me condenaron sin ellas, siendo ‘inocente’”.

La carta completa

Qué dice el fallo de cámara

Los jueces Budiño y Mancini, en su fallo convalidaron el veredicto condenatorio de la minoría [el voto de Federico Ecke, presidente del Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de San Isidro] “respecto del hecho que damnificara a García Belsunce, con el alcance fijado por el acusador público durante el juicio marginada la subsunción ampliada, en tanto ha quedado demostrada la intervención ejecutiva del acusado Pachelo”. En cambio, Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin, los otros dos magistrados, se inclinaron por la absolución.

Para Budiño y Mancini se comprobó que “Pachelo ingresó en la propiedad situada en Santa Lucía sin número del barrio Carmel, donde residían García Belsunce y Carrascosa, y mientras se encontraba desarrollando su plan delictivo en el interior de la vivienda, advertida María Marta de la presencia del intruso, en la planta superior de la casa, a fin procurar su impunidad debido al conocimiento que de él tenía la víctima, procedió a propinarle golpes de puño en el rostro y en el cuerpo, para luego, con la inequívoca voluntad de darle muerte en busca de impunidad, efectuarle con el arma que portaba, un revólver calibre 32, seis disparos sobre la damnificada, siendo que uno de ellos le provocó una lesión superficial (rebote) en el sector de la bóveda craneana, mientras los cinco restantes fueron efectuados a corta distancia, siendo que uno de ellos le provocó una lesión contuso perforante con fractura de cráneo y los cuatro restantes impactaron en el pabellón auricular izquierdo”.

 

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