“¿Tiene sangrado?”, preguntó el recepcionista de la guardia del Hospital Posadas, ubicado en Morón. “No”, respondió por la ventanilla Mariana Rodríguez, de 44 años, mientras su marido, con dengue hace una semana, estaba sentado en la sala de espera. “¿Orden de internación tiene?”, siguió él. Y ella volvió a negar.

–Va a tener que ir a un hospital privado, señora. Acá le estamos dando prioridad a las personas sin obra social– indicó el recepcionista.

–Ya fuimos a uno, pero estaba colapsado por dengue. Mínimo había ocho horas de espera para que nos atendieran– señaló ella.

–Si se quedan acá, van a tener que esperar hasta mañana– le advirtió.

Rodríguez se alejó de la recepción de la guardia, ayudó a su marido a levantarse y se fue. “¡Esto es abandono de persona!”, gritó, mientras cruzaba la puerta del centro médico, que depende del gobierno nacional, e intentaba hacerse paso entre las más de 30 personas que esperaban, en fila, para ser atendidas en la guardia; la mayoría para descartar o confirmar un caso de dengue.

Al mismo tiempo salía de allí, Juliana Chazrreta, también decepcionada por la atención. “¡Me diagnosticó el recepcionista! Me dijo: ’No estamos haciendo serología, hacé reposo y tomá paracetamol’. Y me mandó de vuelta a casa sin poder ver a un doctor”, afirmó la joven de 17 años, que esta mañana se había acercado al centro médico, junto a su madre para hacerse ver el sarpullido con picazón que le recorría gran parte del cuerpo.

El Posadas no es el único hospital del área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que está saturado por la fuerte demanda de atención de casos diarios de dengue. Este fin de semana, en el triage de las guardias de este territorio, que engloba a la ciudad y el conurbano, hasta un 80% de las consultas se estaban asociando con esta enfermedad, que en lo que va del año ya acumuló más de 100.000 casos confirmados por laboratorio en el país, y dejó un saldo de 69 fallecidos.

En todas las localidades de la provincia que actualmente tienen brote de dengue, los médicos de guardia hacen diagnostican la enfermedad sin realizar previamente serologías ni análisis de sangre salvo que se trate de un caso crítico, indicaron voceros del Ministerio de Salud bonaerense. La medida es la misma que se tomó en los municipios con brotes de coronavirus años atrás, durante la pandemia de Covid-19.

“En los distritos que están en brote cambia, según el protocolo, el criterio diagnóstico. Pasa a ser por criterio clínico o epidemiológico. El diagnóstico por laboratorio es para los casos graves, es decir los que requieren internación”, afirmaron desde la cartera de Salud bonaerense.

Según el último boletín epidemiológico de la provincia, que da cuenta del período que se extiende entre el 3 y 9 pasados, las localidades que registraron un brote incluyen a gran parte del conurbano. Sin embargo, LA NACIÓN no pudo acceder al dato de cuáles de estos municipios son los que tienen una mayor cantidad de casos.

Así como el personal de la recepción de la guardia de Posadas repartían talones en los que se indicaban los síntomas de alarma frente a los cuales los pacientes debían acudir al centro médico –dolor abdominal intenso y sostenido, vómitos persistentes, sangrado espontáneo, cambio de estado mental, manchitas que no pican en la piel–, en la guardia del Hospital Dr. Alberto Balestrini, ubicado en Ciudad Evita, en el partido de La Matanza, había un documento pegado sobre el cubículo de recepción en el que se indicaba de antemano el tratamiento de los casos sospechosos de dengue, entre los que recomendaban la toma de paracetamol de 1 gramo cada ocho horas y el consumo de un mínimo de un litro y medio de agua por día.

“Desde febrero que en el Hospital Güemes tenemos un promedio de 40 casos por día. Es un número altísimo. Es por eso que tanto en Morón como en Merlo, dos de los municipios que están en brote, se decidió hacer un seguimiento de los casos de diagnóstico positivo de dengue en algunos de los principales hospitales”, afirmó una profesional de la salud de esa institución, ubicada en Haedo, Morón. Este mecanismo de seguimiento de casos positivos depende de los municipios y se pone en práctica desde los mismo hospitales, donde hay personas a cargo de contabilizar los casos y agendar los números de contacto de los pacientes infectados.

En las guardias de la zona oeste del conurbano, como pudo comprobar LA NACIÓN, convivían las personas con síntomas compatibles con dengue con aquellas que ya tenían un diagnóstico y se acercaban a los centros médicos nuevamente debido a diferentes complicaciones de salud relacionadas con la infección. Este era el caso de Josefa Acosta, jubilada, de 76 años, que hace un año dejó de trabajar en la lavandería del Hospital Posadas. “Me diagnosticaron hace un mes, pero no logro levantar cabeza. Me cuesta respirar. Anoche no dormí, me levantaba para ir al baño y no podía caminar por el dolor de piernas. Esto es horrible, horrible”, contó a este medio la vecina de El Palomar, que también es hipertensa y tiene problemas de tiroides.

Su hija, que la acompañaba, afirmó que en la zona en la que viven había varios vecinos con dengue y que ella misma atravesó la enfermedad justo antes de que su madre se infectara. “Ni te imaginás la cantidad de casos que hay en nuestra zona. Todas las cuadras están llenas de casos, y la mayoría viene a atenderse acá [por el Posados]. Por eso, hay tanta gente y tardan tantas horas en atenderte”, indicó.

Según el último Boletín epidemiológico de la provincia, hay brotes en 35 localidades de los tres cordones del conurbano. Estas son: Zárate, Campana, Exaltación de la Cruz, San Fernando, Escobar, Tigre, Pilar, San Isidro, Vicente López, San Martín, San Miguel, Malvinas Argentinas, José C. Paz, Avellaneda, Almirante Brown, San Vicente, Presidente Perón, Marcos Paz, Berazategui, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, Lomas de Zamora, Quilmes, Lanús, General Rodríguez, Luján, Marcos Paz, Merlo, Hurlingham, Ituzaingó, Morón, Tres de Febrero, Moreno y La Matanza.

 

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