“Esta vez es en serio”, dice la canción. Después de varios intentos frustrados, el rugby argentino finalmente tendrá su Centro de Alto Rendimiento. Con la adquisición de un predio de 10 hectáreas en la localidad de Cardales, la UAR hizo realidad un sueño largamente esperado y necesario para el desarrollo de una disciplina que aspira a dar pelea a las potencias.

De esta forma, así como la AFA ostenta su espacio en Ezeiza, los Pumas y el resto de los seleccionados nacionales tendrán su propio predio donde entrenarse, capacitarse, concentrarse y hasta hospedarse. La compra del terreno es el primer paso del proyecto que se espera esté finalizado en 30 meses (dos años y medio) y que comprende la construcción de cinco canchas de césped natural, una de césped sintético y un edificio principal de dos plantas que incluye un gimnasio de alta complejidad, vestuarios y habitaciones para alojar a unos 60 deportistas, entre otras facilidades.

El 23 de junio de 2010, en el Museo del Tigre se congregaron jugadores de los Pumas, dirigentes de la UAR, Sergio Massa, el presidente de World Rugby Bernard Lapasset y el entonces vice y luego sucesor Bill Beaumont para anunciar la construcción de un centro de alto rendimiento. Se instalaría en Benavídez, en tierras cedidas por el municipio de Tigre. Quedó en la nada. Luego surgió la posibilidad de instalarse en un predio cedido por la Municipalidad de Campana. “Estábamos por empezar a trabajar con una máquina para emparejar el terreno y aparecieron como siete dueños”, recuerda Gabriel Travaglini, presidente de la UAR.

Ante esta circunstancia, la unión optó por dar marcha atrás. Más recientemente, en 2019, ocurrió algo similar con un predio que habían recibido del Municipio de Pilar, que se frustró por la intervención de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) cuando el gobierno local cambió de signo político. Otro caso frustrado se produjo dos años más tarde, ya desprendido de las dádivas del Estado, cuando la UAR tenía todo acordado para adquirir 12 hectáreas en el country de San Diego, en Moreno. Los propietarios habían aprobado la venta en una elección cerrada, pero uno de los que se oponía presentó una medida cautelar y el negocio se frustró.

La adquisición del terreno y la futura construcción de las instalaciones, que todavía no fueron licitadas, se produjeron gracias al aporte pecuniario de World Rugby. “Es una partida que gestionó Agustín Pichot hace muchos años”, explica Travaglini, consultado por LA NACION “Según el acuerdo, World Rugby nos iba anticipando fondos para la creación de este Centro que no se podían destinar para otro fin. Ese dinero se fue guardando y, para evitar cualquier desvío, hace tres años se realizó un trust en Estados Unidos donde residen los fondos.” La UAR no informó el costo de la adquisición de los terrenos ni de las futuras obras, ya que todavía no fueron licitadas.

El predio de 10 hectáreas, parte de un proyecto inmobiliario de mayores dimensiones, está situado en el kilómetro 4 de la Ruta 4, en Los Cardales, a la altura del kilómetro 61 de la Ruta Nacional Nº 9 (la Panamericana ramal Campana). Para la construcción del predio, cuenta Travaglini, la UAR visitó los distintos centros de rugby de las demás potencias, como el de Pennyhill de Inglaterra al oeste de Londres, el de Marcoussis de Francia al sur de París o el lindante a Newlands, Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, entre otros. Todas las naciones del Tier 1 tienen su centro, sólo faltaba la Argentina.

Cuando estén en la Argentina, los Pumas tendrán allí su propio hogar, pero también el resto de los seleccionados: Pumas 7s, Pumitas, Argentina XV, Pampas, Yaguaretés y las Academias. Asimismo, albergará acciones de Rugby Seguro, Conecta Rugby y Rugby Conciencia y Cultura. El edificio principal consta de dos plantas y una superficie total de 10.972m2. Allí, además de lo mencionado, se instalarán oficinas deportivas, consultorios médicos, espacios especiales para kinesiología, psicología y nutrición de los atletas, salas para los cursos de capacitación, un auditorio, un comedor, salas de descanso y recreación, salas de video y un estudio para producciones, según consta en el comunicado que envió la UAR. Habrá otro sector semicubierto para un quincho de 200m2 y también se construirá un depósito de 600m2.

“El propósito principal de la creación de este CNR es centralizar todas las actividades de la UAR, contar con una estructura para poder optimizar los recursos humanos y la capacidad organizativa de nuestro deporte, con el foco puesto en la excelencia de los jugadores y el juego”, continúa. “El compromiso es poner a disposición un espacio de vanguardia para que interactúen todos los sectores de la Unión, desde lo que tiene que ver con la base de este juego (a partir de los 574 clubes), los miles de voluntarios que colaboran en diferentes áreas, los árbitros, los preparadores físicos y hasta el plantel de los Pumas. Si bien será un lugar para sostener al trabajo en el Alto Rendimiento, todos tendrán su espacio en el CNR”.

Para tomar dimensión de lo que implica esta obra, desde 2019 los Pumas y los distintos seleccionados se entrenan en Espacio Mendoza, un predio que le ceden temporalmente a la UAR ubicado en Ingeniero Maschwitz de 4 hectáreas, con apenas una cancha íntegra y otra por la mitad y sin complejo habitacional, lo que obliga a los jugadores a hospedarse en hoteles.

“Nos debíamos este Centro para no andar deambulando como un nómade”, sentencia Travaglini. “Esto implica energía para el desarrollo del rugby. No sólo preparación para los atletas de primer nivel, sino también capacitaciones de seguridad, para elevar el el nivel de los referís, para todo el rugby argentino”.

Esta vez, parece, va en serio.

 

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